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Andrea Vera
Mario Vargas Llosa era conocido, además de por sus grandiosas obras literarias, por siempre ser muy familiar; sin embargo, hubo un tiempo en el que Llosa dejó a un lado esto por tener una aventura que decidió hacer pública.
En 2015 el artista literario conoció a Isabel Preysler y tal como lo reseña Infobae, al parecer hubo cierta química que los hizo reencontrarse poco después en Londres, donde iniciaron un amor secreto que terminó por descubrirse gracias a la prensa.
Cuando la esposa del escritor, Patricia, se enteró de la situación, decidió enviarle una carta a Isabel en la que le advertía que ella no sería especial y que "ya lo ha hecho antes unas 20 o 30 veces a lo largo del matrimonio", dejando en evidencia que Llosa ya le había sido infiel antes.
En la misma carta, indicó que su esposo volvería con ella tal como ya había pasado antes con otras mujeres y finalizó solicitándole "poder reunirse con su familia en Nueva York para celebrar el 50º aniversario de casados que tenía organizado desde hacía mucho tiempo”.
Aunque Patricia quería mantener una imagen de que su familia permanecía junta, los planes del escritor fueron otros, y es que el ganador del Premio Nobel la dejó poco después para irse a compartir su vida públicamente con su amante.
En 2015 el artista literario conoció a Isabel Preysler y tal como lo reseña Infobae, al parecer hubo cierta química que los hizo reencontrarse poco después en Londres, donde iniciaron un amor secreto que terminó por descubrirse gracias a la prensa.
Cuando la esposa del escritor, Patricia, se enteró de la situación, decidió enviarle una carta a Isabel en la que le advertía que ella no sería especial y que "ya lo ha hecho antes unas 20 o 30 veces a lo largo del matrimonio", dejando en evidencia que Llosa ya le había sido infiel antes.
En la misma carta, indicó que su esposo volvería con ella tal como ya había pasado antes con otras mujeres y finalizó solicitándole "poder reunirse con su familia en Nueva York para celebrar el 50º aniversario de casados que tenía organizado desde hacía mucho tiempo”.
Aunque Patricia quería mantener una imagen de que su familia permanecía junta, los planes del escritor fueron otros, y es que el ganador del Premio Nobel la dejó poco después para irse a compartir su vida públicamente con su amante.
Ocho años más tarde, su relación con la socialite acabó, pese a que había algunas sugerencias de que fue por celos; finalmente, Llosa habría declarado que eran de mundos muy diferentes.
Y ocurrió lo que Patricia escribió en la carta: él volvió con ella y su familia y, después de eso, han sido múltiples las fotografías compartidas en las que sale la familia completa, muy feliz.
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