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Por NTN24
La Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) anunció la apertura de una investigación penal contra su exdirector James Comey y el exjefe de la CIA John Brennan, ambos críticos con el presidente Donald Trump.
Según medios locales, el FBI se centrará en «posibles irregularidades» en la investigación sobre las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones de 2016, que ganó Trump, y supuestas declaraciones falsas en el Congreso.
Tras esto, el presidente Donald Trump acusó a los exfuncionarios de ser «corruptos» y dijo que podrían tener que «pagar un precio».
Cuando se le preguntó el miércoles sobre la apertura de la investigación, Trump dijo que no sabe «nada al respecto aparte de lo que leí hoy».
«Pero les diré que creo que son personas muy deshonestas (…) creo que son muy corruptos y quizá tengan que pagar un precio por ello», dijo.
El director de la CIA, John Ratcliffe, designado por Trump, había remitido «pruebas de irregularidades por parte de Brennan» al director del FBI, Kash Patel, otro designado por Trump, para un posible procesamiento, según fuentes del Departamento de Justicia.
Comey y Brennan fueron nombrados para sus respectivos puestos como jefe del FBI y la CIA por el presidente demócrata Barack Obama, y tienen una historia polémica con Trump que se remonta a su primer mandato en la Casa Blanca.
La disputa se avivó cuando Trump despidió a Comey en 2017 luego de que el jefe del FBI dirigía una investigación sobre si algún miembro de la campaña de Trump había conspirado con Moscú para influir en la votación presidencial de 2016 entre Trump y la candidata demócrata Hillary Clinton.
Esa investigación, que Trump ha denunciado durante años como el «engaño ruso», fue asumida por el fiscal especial Robert Mueller, quien encontró que había habido interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 a favor de Trump.
No obstante, Mueller dijo que la investigación «no estableció que los miembros de la campaña de Trump conspiraron o coordinaron con el gobierno ruso en sus actividades de interferencia electoral».
Tras esto, Trump revocó la autorización de seguridad de Brennan en 2018, acusando al exjefe de la CIA de hacer «acusaciones infundadas y escandalosas» sobre su administración.
Ahora, desde que comenzó el segundo mandato de Trump, el mandatario ha tomado una serie de medidas punitivas contra sus percibidos enemigos, despojando a exfuncionarios de sus autorizaciones de seguridad y equipos de protección.
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