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jueves, 12 de abril de 2012


Plaza de Toros
Santamaría  (Bogotá)

A partir del siglo XVI llegaron las primeras manifestaciones de toros a Bogotá. Las corridas eran espectáculos que se presentaban en eventos especiales como la celebración del ascenso al trono del Rey de España, o la entrada de un nuevo Virrey o el Presidente de la Real Audiencia.

Durante el reinado de Carlos III las corridas de toros fueron prohibidas en España y todos sus dominios. No obstante el Virrey de la Nueva Granada, Pedro Messía de la Cerda, organizó corridas en la ciudad en 1761. Estas se llevaron a cabo en una estancia conocida como “El aserrío de Fucha”.

La Plaza Santamaria de Bogota

Después de la Independencia de Colombia la tradición taurina se conservó, organizando las corridas de toros en las plazas públicas de la ciudad como la Plaza mayor y San Victorino para celebrar diversos eventos como las fiestas patrias.

La primera plaza de toros de Bogotá, la cual tenía tribunas de madera, fue construida en 1890 por el italiano Pietro Cantini. En 1904 se construye el primer Circo de toros de San Diego, ubicado frente al Parque Centenario, el cual fue destruido por los asistentes a la corrida del 20 de julio de 1911, tras la mala actuación de uno de los actuantes.

El 1 de julio de 1917 se inaugura el nuevo Circo de toros de San Diego, una construcción en madera con capacidad para 6.000 espectadores ubicada a 300 metros del lugar donde 14 años más tarde se levantaría la actual Plaza de toros de Santamaría. En su inauguración se presentó el matador español Manuel Mejías.

Al cabo de unos cinco años la afición a los toros comenzó a decaer y el circo de toros se comenzó a utilizar para otros espectáculos como el boxeo y las peleas de gallos. En vista de ello, los empresarios decidieron importar toros de casta españoles para la temporada de 1924, lo cual incentivó una gran acogida del público a la fiesta taurina.

Una hermosa vista de la Plaza de Toros Santamaria


En 1928 comenzó la construcción de la Plaza de toros de Santamaría, la primera de cemento armado en la ciudad, por los ingenieros Adonaí Martínez y Eduardo Lazcano. Su principal promotor fue el ganadero Ignacio Sanz de Santamaría, quien donó el terreno en donde fue construida la plaza de toros y en cuyo honor se le otorgó su nombre a este escenario.

De esta manera, el día 8 de febrero de 1931 se inauguró la actual Plaza de toros de Santamaría, con la actuación de Manolo Martínez, Angel Navas y Mariano Rodríguez, quienes lidiaron la ganadería de Mondoñedo. Aproximadamente 15.000 espectadores se encontraban en esta primera corrida. Contrario a lo que Sanz de Santamaría creía, este año no fue muy exitoso para la plaza, eran más las pérdidas que las ganancias, la crisis económica mundial se veía reflejada en la gente.

 Dos años después, el 23 de diciembre de 1933, don Ignacio apesadumbrado por su fracaso económico fallece.



Por eso días la situación era casi límite, pero casi como un milagro, La Santamaría se levanta de su mala racha el año de 1934, de la mano de Eduardo Laverde, quien fiel a su amor por los toros adquiere para esta misma fecha un gran lote de machos para hacer las temporadas con “El Tato” y Liciega.

Fue así como año tras año, la Plaza de Toros más importante del país fue apoderándose del ruedo nacional convirtiéndose en un icono vital para la sociedad en general.

En la década de 1940 el arquitecto español Santiago Mora diseñó la fachada actual, convirtiéndose en uno de los tesoros arquitéctonicos y artísticos de la ciudad. El 19 de marzo de 1944 se presenta en su arena la célebre rejoneadora Conchita Cintrón. En los años siguientes, figuras estelares como Antonio Ordóñez, “Manolete” o Luis Miguel Dominguín también actuaron en la plaza, mejorando la difícil situación de sus comienzos.

El Juli y Castella salen a hombros en la Santamaria


Más recientemente otros diestros como José Tomás, Enrique Ponce, “El Juli”, Manzaneres, Castella o especialmente César Rincón ya retirado de los ruedos,  han sido idolatrados por los miles de espectadores que en cada temporada acuden a su plaza.

Odiada  por muchos y amada por otros, la Santamaría sigue ahí, ubicada en la calle 26 entre las carreras 5ª y 7ª esperando que su temporada no se acabe y que el furor de sus seguidores no se esfume.

Hoy en día la temporada taurina en la Plaza de Toros Santamaría de Bogota, esta amenazada por el alcalde Gustavo Petro, quien quiere eliminar de un solo plumazo las corridas de toros en esta historica plaza

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