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sábado, 21 de abril de 2012


Solitaria vuelta al ruedo para El Fundi en la novena corrida de la Feria de Abril

Los toros de Garcigrande no propiciaron el lucimiento del madrileño ni de Morante de la Puebla y Sebastián Castella

FERNANDO CARRASCO / sevilla
 
raúl doblado

El noveno festejo de la Feria de Abril se ha saldado con una solitaria vuelta al ruedo para el madrileño José Pedro Prados «El Fundi», que se ha despedido esta tarde de la afición sevillana tras 25 años de matador de toros. Ha sido, quizá, lo más destacado de una corrida condicionada por el poco juego de los toros de Garcigrande y Domingo Hernández, que no se han empleado nunca y les ha faltado acometividad y raza para embestir.
El Fundi. / Foto: EFE

El Fundi ha tenido en su primero el de mejor son, aunque un punto tardo. El de Fuenlabrada ha construido una faena voluntariosa pero en la que ha faltado algo más de empuje a la hora de ligar por parte del torero. Al finalizar su labor ha sido ovacionado. 

Al quinto, al que le ha dejado un quite por chicuelinas tras el primer puyazo, que ha sido replicado por cinco verónicas y una media de Morante de la Puebla, le ha consentido mucho durante una faena muy larga en la que los mejores momentos han llegado, de uno en uno, toreando al natural. La gente ha pedido la música, que ha sonado al final del trasteo, encarándose Fundi con el director de la banda para que dejase de tocar. La faena ha ido a más y tras un pinchazo y una estocada ha habido petición que no ha atendido la señora presidenta, dando el torero la vuelta al ruedo.

Morante de la Puebla, que volvía al coso del Baratillo tras su presencia el Domingo de Resurrección, ha tenido dos toros a contraestilo. Su primero no ha roto nunca y el torero, visiblemente contrariado, ha tirado por la calle de enmedio tras un breve trasteo que no ha gustado al respetable.

El quinto embistió cruzado de salida y sin fijeza. Lo intentó Morante con el capote e incluso con la muleta, en una faena en la que puso empeño y dejó, al menos, un par de derechazos enjundiosos. Demasiado para el toro que ha tenido enfrente. Ha matado de media estocada a paso de banderillas y ha sido pitado. 

Sebastián Castella ha estado anodino toda la tarde, y aunque se ha esforzado en sus dos toros, la cosa no ha pasado a mayores. A su primero le ha construido una faena larga y deslavazada con algunos momentos más entonados, pero nada más. Lo mismo se puede decir del sexto, un toro que nunca se ha entregado y con el que el francés ha estado, en varios pasajes, demasiado pesado y plúmbeo.

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