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domingo, 17 de junio de 2012

50 ANIVERSARIO VISTA ALEGRE

El valenciano realiza una obra de arte ante el cuarto y corta dos orejas en un festejo en el que Talavante, que ofreció su mejor versión, paseó un trofeo de cada toro

Íñigo Crespo
Fotos: Javier Arroyo
Un entregado Juan José Padilla también toca pelo en un gran festejo.
Enrique Ponce cuajó una soberbia faena ante el cuarto, un toro noble y de buena condición. Con clase. El valenciano brilló en una labor plena de conocimiento desde el comienzo, en la que consintió mucho al toro para romperse más tarde con él. Labor elegante, llena de belleza, a más, que tuvo series muy reunidas y de enorme profundidad sobre la mano derecha. Se relajó el de Chiva y toreó a placer.

 Al natural corrió bien la mano, con cuotas muy altas de inspiración. La clave de su actuación estuvo en llevar siempre al toro a su altura y velocidad, pero sin obligarle. Belleza y creatividad de Ponce. En el toreo accesorio destacó en los cambios de mano, en los pases de pecho echándose el toro a la hombrera contraria y en el toreo de pierna flexionada y por abajo de mucho calado. La estocada, contundente.

Por delante, Enrique Ponce sorteó un toro noble pero bajo de raza y sin fondo. El torero valenciano realizó una labor paciente, técnica y en la que trató de empujar hacia adelante al toro. La faena, brindada a Mario Vargas Llosa que presencia el festejo en una de las barreras tuvo dedicación y esmero pero no encontró colaboración en el de Garcigrande. Dejó una estocada corta.

Alejandro Talavante ha ofrecido una gran dimensión con su primero. Faena muy importante ante un toro que tuvo movilidad y nobleza pero al que le faltó entrega. Lo fue haciendo el diestro extremeño poco a poco que anduvo muy metido con el animal en una actuación de mucho compromiso y firmeza. Lo metió en cintura Talavante en una labor de mando, inteligencia y que tuvo la virtud de ir a más. Pisó con autoridad los terrenos del toro rematando su faena de una gran estocada de efecto fulminante. El sexto fue un toro bueno, con fondo que resultó exigente. Talavante, al igual que en su primero, estuvo importante. Valiente, ajustado y apretándose con el de Garcigrande que tardó en definirse en los primeros compases de la lidia. Faena de solidez y poder, en la que hubo pasajes sobre la diestra muy hondos, llevando largo la embestida del toro. Finalizó por manoletinas, coronando su labor de una buena estocada.

Juan José Padilla logró un trofeo del que hizo segundo, un ejemplar manejable y de buena condición al que sacó el máximo partido. Entrega absoluta del jerezano que realizó un abundante saludo capotero con una larga cambiada, verónicas y una larga a una mano. Galleó por chicuelinas para llevar al toro al caballo y posteriormente puso Vista Alegre en pie en un tercio de banderillas en el que destacaron dos pares de poder a poder y un tercero al violín. Faena de temple en la que exprimió al animal y puso todo de su parte cuando el animal se vino abajo. Raza y decisión del jerezano que remató su actuación de una estocada entera. Su segundo, con el hierro de Domingo Hernández, resultó deslucido, sin clase y sin finales. Brindó a Mario Vargas Llosa habien cuajado anteriormente un tercio de banderillas solvente y vibrante. Padilla puso tesón, llegando mucho a un toro al que le costó repetir. Cumplió el jerezano que mató con facilidad.

Bilbao, domingo 17 de junio de 2012. Toros de Garcigrande, 1º) Noble pero bajo de raza; 2º) Manejable; 3º) Con movilidad, noble; 4º) Noble, con clase; 5º) Deslucido; 6º) Bueno, con fondo, exigente. Domingo Hernández (5º) y ENRIQUE PONCE: Silencio tras aviso y dos orejas tras aviso; JUAN JOSÉ PADILLA: Oreja tras aviso y ovación con saludos; ALEJANDRO TALAVANTE: Oreja y oreja con fuerte petición de la segunda. Entrada: Algo más de media entrada.

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