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sábado, 2 de junio de 2012


CRONICA DE CASTOREÑO
Jesús A. Araujo Contreras








  



EL ARTE…SENTIMIENTO ADSCRITO DE PASION OCULTA

El arte, en cualquiera de sus expresiones, debe llevar ese merlinico secreto de difícil descifrar, pues si fuera obvio, seria un crucigrama práctico para primeras enseñanzas escolares.

Hasta para caminar, hay personas que tienen arte, otras, para hablar y hasta para gesticular, eso es adquirido, muchas veces por costumbre, otras por inercia o enseñanza.

En el toreo, arte es la manera de torear bonito, comúnmente aplicando posturas corporales copiadas de otros artistas que convierten el hacer en pastosas posiciones rebuscadas en aras de un estilo.

Curro Romero
 Para torear con arte hay que rasgarse las vestiduras de una línea maestrante que se adquiere, hay que aflorar ese mana aunque no bendito pero si bonito del sentimiento para que surja el pellizco convertido en duende y desparpajo, olvidando el entorno para que el hacer se hunda en el sopor de la inspiración y le vida al arte.

De Curro Romero se dijo tanto que los años comprobaron que lo de el no era arte sino culto al paron, obvio, De Paula, castañeaba los dedos cuando toreaba sobre la derecha y se sumergía en la pasión del ensueño cuando lanceaba con la capa…¡¡ Madrid lo vio y le rindió culto…!!

Ese sacar de pecho de Paula y ese acompasar de cintura y muñeca no se adquieren, vienen por musas que escogen a un cultor para tan enmudecedor interpretar, pues este Jerezano, al igual que Silverio en Mexico, pegaban la barbilla de la pechera y no le daban cabida a la abundancia bostezante de las líneas verticales.

Al igual que la bravura de los toros, el arte es una pasión escondida indescifrable, porque Manzanares (el de ayer) torea tan bonito, Morante, sin ser relojero ajusta el tiempo con el espacio y traza musas dignas de oleos, Conde, con sus travesuras indecisas, aplica un prohibitivo tabú para darle perfectibilidad a las hechuras, sin obviar a El Pana, que aflora de su ser unas hechuras de órdago.

 Venezuela tiene una rareza, sus toreros no son artistas, son peleones, entregados y a la vista de todos, honrados.

Nombro ciertos que así lo han demostrado, Pedro González “El Venezolano” cuyo hacer con capa y muleta, llevaba mensaje. Uno poco conocido, Merideño de El Vigía doctorado en San Sebastián, Joselito  Balza,en cuyas manos, los bártulos del hacer se convertían en pinceladas de admiración.

Morante de la Puebla
Uno que fue excepcional por su fineza fue Carlos Martínez Gómez, el nieto del benemérito, cuyo hacer maestrante lo convirtieron en el torero mas artista del país, doctorado por Luís Miguel “Dominguín” y “Palomo” Linares (Sebastián Martínez) en la monumental de Valencia.

Rafael Girón tuvo en sus manos la varita mágica del arte, decían que la cara no lo ayudaba hasta llegar a Nerio Ramírez “El Tovareño” en quien se funden aleaciones de pureza, sentimiento y el esquivo temple.

Ramírez, nunca tuvo variedad con el capote, pero, cuando tomaba la muleta, las musas del arte revoloteaban al derredor del paño rojo, virtud adscrita con sabor a menta y olor a mosto bueno, que convertía en pases enmudecedores que hacían crepitar palmas y secaban gargantas, pues era tal su toreo, que fue llamado idóneamente “el demonio del temple” y el torero del ole exacto, dueño también de una personalidad y un empaque que lo convirtieron en figura de la fiesta.

Arte es una virtud bendita cual similitruki inalcanzable que se posa en ciertos talentos en cualquier oficio, es el llamado de las musas para que sepan de su existencia, es el grito mudo de lo bello a la vista y es la sordidez embrujante de la envidia capital que hace rebotar y repeler a los apasionados dándoles la razón, por eso, para que haya estética, hermosura y arte, se debe aplicar la difícil posición rebotante del cruzarse…se cruzaría Ud. eso, es grandeza de toreros…Que viva el arte.

Morenitomilla @hot mail.com

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