Gonzalo Bienvenida: "El Juli y mi abuelo tienen en común el mérito de la valentía"

El objetivo del Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida es contribuir a que el nombre y, sobre todo, el espíritu de la dinastía Bienvenida continúen estando presentes en la sociedad taurina. En ese sentido, el fin no puede ser mejor. Ahora bien, la rama familiar de los hijos y nietos de Antonio no estamos de acuerdo con la forma en la que se está llevando a cabo

Gonzalo Bienvenida y Juan Carlos Antón en un momento de la entrevista | Juan Carlos Antón

Juan Carlos Antón / Madrid

Se llama Gonzalo Izquierdo Mejías. Si hubiese decidido ser torero, se anunciaría en los carteles como Gonzalo Bienvenida. De carácter afable, mantiene siempre gesto sereno y distendido de la misma forma que lo hacía su abuelo, uno de los más grandes toreros, Antonio Bienvenida. Gonzalo se sabe uno de los herederos de la que, probablemente, haya sido la dinastía torera más prolífera de la historia de la tauromaquia. Nos recibe en su casa madrileña entre recuerdos familiares y taurinos. Un gran cuadro del diestro de la eterna sonrisa y la cabeza de un novillo con el que El Papa Negro protagonizó una de las más grandes faenas que ha vivido Barcelona, presiden el salón familiar. Tras un emocionante repaso por la historia de la tauromaquia a través de los archivos fotográficos y útiles taurinos de la familia, comenzamos la conversación.

-Gonzalo, ¿Cuál es su análisis de esta Feria de San Isidro?
Creo que, evidentemente, no está siendo precisamente la más exitosa. Sin embargo, se han visto cosas muy interesantes y aún no ha terminado la feria y queda también la Feria del Arte y la Cultura.

-Siendo un Bienvenida, ¿se vive de manera distinta cada tarde de toros en Madrid?
Personalmente, cada vez que acudo a la Plaza de Toros de Las Ventas, no dejo de impresionarme al pensar la admiración que en esa plaza se tiene por mi familia y, en concreto, a mi abuelo. Pensar en el mérito de haber conquistado, durante tantos años, a esa afición, hace que sienta un tremendo orgullo.

-Su abuelo llevó a cabo algunos gestos importantes en Madrid en momentos puntuales de su carrera. Gestos, que mantenían viva la afición y que ahora echamos en falta...
Es cierto. Mi abuelo tenía un profundo sentido de la responsabilidad con la afición y con la tauromaquia. Se encerró seis veces en Madrid, en solitario. Probablemente, el torero que más veces lo haya hecho. Además, tenía gestos muy toreros como irse a la puerta de chiqueros cuando no había tenido muy buenas actuaciones anteriormente, etc...El caso era tratar de agradar siempre a la afición de Madrid.

- ¿La situación que están sufriendo hoy toreros como El Juli le recuerda a la que pudo vivir su abuelo cuando se reveló contra el afeitado de los toros?
Mi abuelo siempre aceptó que algunas personas del sector taurino no le terminasen de perdonar su lucha contra esa mentira que es el afeitado. Y, además, lo hizo con dignidad. Sin embargo, creo que no lo podría comparar con la problemática que están sufriendo las figuras actuales. La persecución que está sufriendo Julián López El Juli es más un problema de tipo empresas contra figura que de tipo toreros contra toreros, que es lo que sufrió mi abuelo. Sin embargo, sí creo que El Juli y mi abuelo tienen en común el mérito de la valentía de haber dado un golpe en la mesa para, con valentía, haber tratado de cambiar las bases del sistema taurino cuando, por su posición, no tenían necesidad de hacerlo. A mi abuelo Antonio, aquello le costó un veto y a El Juli también le está costando lo mismo. Entonces, el primero que dio un paso al frente para apoyar a mi abuelo fue Julio Aparicio padre y, ahora, todavía está por ver quién da ese primer paso de apoyo a Julián.

-Una de las instituciones que más ha contribuido a potenciar la faceta cultural de la tauromaquia ha sido el Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida. ¿Cómo valora esta labor?
El objetivo del Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida es contribuir a que el nombre y, sobre todo, el espíritu de la dinastía Bienvenida continúen estando presentes en la sociedad taurina. En ese sentido, el fin no puede ser mejor. Ahora bien, la rama familiar de los hijos y nietos de Antonio no estamos de acuerdo con la forma en la que se está llevando a cabo. Creemos que se puede y se debe mejorar. Valoramos su esfuerzo por dar a conocer la dinastía pero no tenemos relación alguna. No es que sea ni buena ni mala. Simplemente, es inexistente. Estamos convencidos de que las cosas se pueden hacer de otra manera.

-Actualmente, dirige el departamento de comunicación de El Camino Hacia el Toreo. ¿Cómo ve el panorama novilleril?
La verdad es que el proyecto de El Camino Hacia el Toreo que ha ideado Víctor Zabala de la Serna es increíble. Antes de formar parte de él, apenas había asistido a las novilladas sin caballos que se celebran en la Feria de Otoño de Madrid. A raíz de conocer a Víctor, me presentó su proyecto y me ilusionó muchísimo. Es un proyecto en el que a los mejores de cada novillada se les premia con nuevos contratos y, en ese sentido, es volver a los orígenes del toreo. La mentalidad de El Camino Hacia el Toreo es apoyar y dar nuevas oportunidades al que aprovecha las oportunidades que tiene, valga la redundancia. Estamos muy ilusionados con los novilleros y creemos que hay que preocuparse por conocer su situación y apoyarles porque son los toreros del mañana.

-¿Qué proyecto tiene en mente para que en un futuro continúe estando vivo el nombre Bienvenida?
Lo ideal sería que existiese un torero en la familia. Eso, al menos de momento, no va a ser posible. Quizás, cuando haya más descendientes, sí (sonríe). No obstante, creo que la mejor manera de que el nombre Bienvenida continúe estando en alza es llevando a cabo mi trabajo, en este caso en el mundo de la comunicación, de la mejor manera y con la mayor integridad posible. La integridad y la honradez han sido siempre el estandarte de nuestra familia y lo quiero seguir manteniendo.