SAN ASENSIO
El clarete corre por San Asensio
Alrededor de 32.000 litros de vino se utilizaron ayer como munición en la 'Batalla del Clarete'
JOSÉ IGNACIO GASCO
Un total de 32.000 litros de vino elaborados en la propia
localidad fueron los utilizados ayer como munición en la 'Batalla del Clarete'
que se celebró en el Barrio de Las Bodegas de San Asensio, zona en la que,
además, se acomete una recuperación de los trescientos calados centenarios en
los que se elaboraban los caldos antiguamente.
Participaron como unos guerrilleros más en la contienda el
director general de Agricultura y Ganadería, Igor Fonseca; el secretario
general de Partido Popular, Carlos Cuevas, y la diputada socialista, Ana
Santos. La Corporación
municipal de San Asensio, acompañada por los alcaldes de San Vicente de la Sonsierra, Briones,
Briñas y Villalba de Rioja disfrutaron también de la fiesta en una jornada
dedicada al líquido elemento. A la cita, que un año más se llevó a cabo en el
Cerrillo Vervalle, acudieron casi todos vestidos de blanco, en un día veraniego
con cerca de 25 grados.
El vino utilizado como munición en esta XXXV edición de la
'Batalla del Clarete' -declarada este año Fiesta de Interés Turístico Regional
por el Gobierno de La Rioja-
fue donado por las cooperativas, bodegas y el propio Ayuntamiento de San
Asensio
Los participantes en la cita, procedentes de casi todos los
rincones de España y algunos puntos del extranjero, lucharon armados con los
objetos más sofisticados para retener el vino.
Además, junto a la zona de la contienda se colocaron unas
carpas en las que se expuso una muestra de los vinos de la localidad y en las
que se llevó a cabo el reparto de «bollos preñados» con un jarrito de vino como
obsequio conmemorativo de la jornada.
Pasado el mediodía tuvo lugar la salida de la comitiva desde
la Plaza del
Ayuntamiento para dirigirse, al ritmo de la música festera, hasta el escenario
de la batalla, donde a la una de la tarde se iniciaba el «todos contra todos».
Esta peculiar cita, que cumple sus 35 años, nació en una
noche de 1977 de una forma casual cuando un grupo de peñistas empezó a
arrojarse vino. Lo que empezó como una 'lucha' espontánea con el clarete como
arma arrojadiza ha ido perfeccionándose con los años y ahora el público utiliza
sulfatadoras, mangueras, pistolas de agua o botijos, baldes, botellas o
garrafas. Incluso se utilizó un cañón que disparaba el vino a mas de 300 metros.
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