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domingo, 15 de julio de 2012


Lupita López, Oreja en Preinaugural de Alpuyeca


Edgar Mendoza
Exitoso bosquejo ha resultado la primera corrida preinaugural de lo que será la Monumental plaza de toros de Morelos, al convertirse Lupita López en la única triunfadora con el corte de una oreja.
Hilda Tenorio, palmas y un aviso; en tanto el rejoneador Jorge Hernández Gárate, palmas y vuelta al ruedo.
Bajo un excelente clima ambiental taurino se han lidiado seis ejemplares de La Joya, acordes para fincar en este estado el interés por la fiesta brava, de bellas laminas y estampa ofreciendo, en general, buen juego; los hubo jaboneros, chorreados y negros, y sobre todo enarbolados.
Lupita fincó su primera faena sobre mano izquierda en su natural temple para ofrecer tanto el toreo, de inicio, por alto, como en redondo. La espada la traicionó escuchando unicamente plamas al despachar de cinco viajes con la espada al chorreado.






Sin embargo, tuvo mejor acoplamiento con la embestida del cierraplaza desde las Verónicas de recibo, ganando terreno; la suavidad de un quite por Chicuelinas tras el puyazo de Rodolfo Acosta y el mantener el tenor con los cuarteos del baderillero Juan Ramón Saldaña.

En línea recta y por alto sostuvo la altura en cada embestida al iniciar la faena, lo que le permitió correr la mano derecha en cada tanda, corta y dosificada en la fuerza de “Emiliano”; señaló un pinchazo y se repuso al dejar un espadazo caído de inmediato efecto que le valieron recorrer el ruedo oreja en mano.
El entendimiento de Hilda frente a “Gino” fue notable: la escasa fuerza la conservó a media altura al tomar la muleta; tandas por ambos lados y de pronto, el desplante torero al arrojar la zarga, tras un largo Derechazo. Tardó en matar, entre palmas.

Un capotazo de manos bajas a cargo del subalterno Fernando García desencadenó en la fractura de un pitón, lo que no mermó en ánimo el desempeño de Hilda, aun ante protestas de un sector del público y como nuevamente pesó la espada, surgió el aviso y descontento de la notable matadora.

El rejoneador Jorge Hernández Gárate se llevó el toro del encierro en “Emilio”, el cuarto de la tarde. Más de medio círculo lo llevó templado a la grupa, alternando Recortes en fierros de castigo. Y a más fue el juego del de La Joya al colocar banderillas hacia pitón contrario.

La faena fue en aumento con la pega de los ayudas, al resbalar el Forcado Mexicano en la cara dramáticamente al caer derribado por el empuje del burel. Lamentablemente la intensidad decayó al tomar el rejón de muerte por tres ocasiones, por lo que todo quedó en una vuelta al ruedo.
Frente al abreplaza, Jorge lució en un par al Violín, mientras los Forcados Mexicanos pasaron apuros hasta consumar sesgadamente la pega de cara en el tercer intento.

Un rejonazo trasero de tardío efecto hizo sonar dos avisos para el caballista.
Calor natural veraniego; calor intenso humano, calor en las notas musicales y lo mejor, calor taurino han fincado los primeros trazos, como los de la escenografía que empieza a tomar forma en la inspiración del pintor Francisco Alvarez, de lo que está llamado a ser una de las importantes plazas de toros; esta vez en las manos del medio millar de aficionados distribuídos en las tres mil quinientas localidades, de las seis mil que aguardan el sólido cimiento y la pasión de la dupla organizadora, Lilia Abarca y Grupo Albatros.

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