Novillada Feria Tovar necesita un Merideño

Hasta los momentos se anuncian seis novilleros, con un invitado de Mexico, sin permitir la presencia de algún alumno de la Escuela Taurina “Humberto Álvarez” de Mérida.

Darío González.

La primera semana de septiembre acogerá en la Sultana del Mocotíes la Feria de nuestra señora de Regla, patrona de los Tovareños e imagen de devoción y sentir religioso de nuestros pueblos venezolanos. Este ciclo ferial ha representado una vitrina económica y empresarial en cuanto al renglón de la tauromaquia, lo que ha permitido ver en los últimos años importantes toreros anunciados en los carteles, todo ello de la mano de los principales coletas venezolanos, tomando en cuenta el refrán de primero lo de casa y luego lo demás.

Lo contradictorio es que para el venidero evento, vemos irse algunas ilusiones de representantes emeritenses del toreo, como es el caso de los novilleros de la Escuela Taurina “Humberto Álvarez”, que pese a estar a tono, gracias a los nutridos compromisos que ha organizado dicha academia, hoy no ven sus nombres en el pliego réglense, lo que priva escalar posiciones y competir para conseguir oportunidades en este difícil oficio, donde los novilleros se ven relegados a actuar en las casi obligatorias novilladas feriales, además de algún festejo suelto, como es el caso del ciclo novilleril merideño, el que además de capacitar a sus alumnos, brinda oportunidades a jóvenes de cualquier rincón del país.

Llama la atención ver novilleros de otras ciudades, inclusive un mexicano se colo en la papeleta, y no ver una vacante para estos jóvenes; señores, todo sacrificio debe tener una recompensa, y era el momento para ver reflejada en una faena la ilusión de estos aspirantes, muchos de ellos con la pericia suficiente para representar su escuela y fortalecer su afición.

No es momento de buscar culpables, ni cuestionar la posición de la empresa en cuanto a esta decisión, pero si es el momento de reflexionar y permitir la incursión de unos de estos alumnos la novillada ferial, no seamos participes de coartar sueños ni ilusiones de quienes se preparan diariamente en busca de un objetivo, y que hoy se ven relegados a la espera de oportunidades, que si no se brindan en casa, dudo se presenten en otros planos.