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martes, 25 de septiembre de 2012

Poblaciones de América y Europa blindan su Fiesta Brava



Zea y San Pedro del Río Venezuela
Williams Cárdenas
Foto: Germán D' Jesús Cerrada

La reciente sentencia del Consejo Constitucional de Francia confirmando que la tauromaquia forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial ha venido a reafirmar todo este gran movimiento ciudadano que se extiende sin parar por la geografía taurina.

Iglesia Nuestra Señora de Las Mercedes Zea Mérida


Albarracín, Teruel, protege sus Fiestas Taurinas, el Ayuntamiento protegió sus festejos taurinos que desde el siglo XIII se encuentran documentados, recurriendo a la declaración de patrimonio cultural inmaterial (PCI) tal y como están haciendo cientos de municipios en todala geografía española. Esta categoría de protección está prevista en la Convención de la UNESCO.

El Ayuntamiento Herrerense marcó el camino en su provincia al identificar la Tauromaquia como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de sus habitantes. Sus tradicionales festejos taurinos, que reúnen a miles de visitantes, son la más fiel demostración del carácter inveterado de este tipo de tradiciones en la región.

También en la bella población de
Brozas, provincia de Cáceres, su Ayuntamiento no dudó en blindar sus festejos taurinos identificándolos como Patrimonio Cultural Inmaterial, sumándose así al ya importante numero de localidades y mancomunidades que lo están haciendo en toda Extremadura.

En América se multiplican las declaraciones de PCI:
Zea y San Pedro del Río (Venezuela) protegen sus fiestas.

El constante goteo de ciudades y pueblos en Iberoamérica que identifican la Fiesta de los Toros como parte de su Patrimonio Cultural no cesa. En esta ocasión son dos ciudades venezolanas, las poblaciones de Zea, en el estado Mérida y San Pedro del Río del estado Táchira, las que han dado este paso en defensa de una de sus más apreciadas tradiciones culturales.

Con Zea ya son tres las localidades del Estado Mérida que se han sumado a este movimiento ciudadano: La primera fue Tovar, luego Mérida, la capital del estado, y finalmente Zea, lo que evidencia el extraordinario arraigo de la Tauromaquia en esas tierras.

San Pedro del Río, en el Municipio Ayacucho, ha invocado su tradición centenaria, que tiene origen en las celebraciones de festejos taurinos en la Parroquia de San Pedro, habiendo celebrado recientemente una gran Feria Internacional, con repercusión en la vida económica y social de la población.

Con este tipo de declaraciones, la tauromaquia se protege de ataques fundados en la intolerancia o el desconocimiento de una de las expresiones culturales más auténticas y arraigadas en el mundo iberoamericano.

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