Inmortal divino

CUÍDATE DE UN TORO BUENO Y DE MORANTE

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA A mi querida Doña Lucy EL tiempo se detuvo y la gloría bajó a la tierra.  No hay palabras para describir con exactitud lo que "Morante de la Puebla" hizo en el ruedo de la Plaza México. Sólo puedo decir que toreó con divinidad, con la pureza celestial que sólo un hombre como él pueden atesorar. Y bajaron musas y duendes y querubines al ruedo. Y la magia se conjugó con el hechizo y ambos se mezclaron en el tiempo y el espacio de la inspiración de Morante. Villamelones, aficionados, taurinos y profesionales del toro, al unísono cantaron a coro la sinfonía del sevillano, notas delicadas y aterciopeladas que han tocado las fibras más sensibles de los mortales ahí presentes. El inmortal vestido en oro hizo lo que sabe hacer, para lo que nació y fue traído a la tierra; se recreó de la manera más natural que puede existir y en un pedazo de terreno el empatillado Morante se fundió con Uro para que incluso Cronos se detuviera para verle torear también. ¡Con qué eternidad toreó el De la Puebla, verdad de Dios! ¡Qué manera de torear tan abajo! ¡Qué naturales nos ha regalado! De ninguna manera se desmerece el gran potencial de "Zapata" con su capa y banderillas y menos se deja de alabar la labor de Mauricio, quien sigue apuntando muy, pero muy alto. Sin embargo, ¿qué hacer y decir cuando el verdadero arte se apoderada de todo y de todos? Cuídate de un toro bueno y de Morante, así la cosa. La divisa de Jorge María no pudo haber estado mejor presentada, lidió tres imponentes toros, serios de lidia, para toreros de verdad. Y tres astados fueron del hierro de San Isidro, con un pelín de menos lámina, aunque sin problema para echar mano de ellos. Lo inexplicable fue que el público le haya chiflado a Morante el corte de las dos orejas, señores, lo que es del César, al César. Si bien la espada no entró completa, sí bastó para que cayera el animal, dado su buena colocación. Se dice que lo bien toreado debe ser bien matado, ¡pero qué caray! Las series de naturales estuvieron por encima de todo, amén de la forma en cómo se hizo del toro; dígame usted, ¿a caso vemos de esto todos los días? Y resulta que cuando hay somos los más puristas del mundo, ¡por favor! Por último nos queda decir que las dos Puertas Grandes que se han conseguido en la actual temporada han sido a cargo de dos sevillanos, ¿donde están los mexicanos?