ANTONIO BARRERA, CON TODOS LOS HONORES |
|||||||
|
|||||||
MIGUEL ÁNGEL GARCÍA LEÓN, Gto.- Había en el aire un dejo de nostalgia. Un arreglo floral en el ruedo formaba la frase "Despedida de Antonio Barrera". La plaza de toros daba el adiós a un torero que de niño decidió calzar el terno de luces por la única razón de querer ser como los santos de las procesiones de su tierra, Sevilla. El sorteo destiló seriedad absoluta, el ocaso de un torero se avizoraba en el horizonte; ante la mirada escrupulosa del licenciado Alberto Bailleres, los apoderados metían la mano al sombrero para llevar a cabo la suerte. Antonio esperaba el veredicto de su lote y una vez con el destino del papelito, se marchó a su residencia para volver más tarde enfundado en seda y oro. Se fue un torero grande, tal vez no con la etiqueta de figura pública, pero sí con la más valiosa, que es la que otorgan los mismos toreros y los profesionales de la fiesta. Antonio no se introdujo al mundillo de toro para sacar partido de él, sino por el simple deseo de ser un gran torero. No pidió nada, lo mucho o poco para otros que ofreció, fue por el puro gusto de jugarse la vida teniendo incluso todo a favor en la vida. Dejó las comodidades para recorrer la legua, y en México encontró el eslabón de su historia, concretamente en León, donde decidió cortarse la coleta. De Sevilla a León existe un gran trecho, el que Antonio supo acortar gracias a su toreo. FIGURAS DE HONRADEZ Tarde nublada, aunque calurosa. Plaza llena y cuatro toreros listos para acompañar a Barrera en el paseíllo: Eulalio López "Zotoluco", Morante de la Puebla y Juan Pablo Sánchez, quienes enfrentaron un encierro de impecable presencia del hierro de Begoña. Despedida de Antonio en el marco de un cartel por demás importante, de polendas. "Adiós", fue el nombre del primer toro de Barrera, al que pocas posibilidades encontró el sevillano. "Bienvenido" ha sido el último de su lote y de su vida. Allá fue a los medios el sevillano, por si había duda, para esperar de cara a la verdad a su último vagón y espectacular cambiada le ha ejecutado el sevillano, con solera y sentimiento. Le gritaron: "Eres único", y para entonces el público erudito, a sabiendas de que se iba Barrera, no despegó su cariño y vista del canelo lidiador. Rápido se hizo del toro Barrera, y al son de "Las golondrinas" ejecutó sus últimos pases bajo el cobijo de un público que entendió el adiós de un grande que jamás pidió nada a nadie, sino que ganó gracias a su valor y cariño por la fiesta brava. Antonio hizo un compendio de su toreo. Sin zapatillas demostró ser un torero por las cuatro esquinas. Barrera dedicó cada uno de sus pases a la gente, a su historia, a él mismo que vio crecerse como hombre. Porque como él, como pocos, antes de ser hombre fue torero. Qué mejor remate que las manoletinas de filigrana, excelso. Y a pesar del aviso del juez, a este hombre se le debió premiar con los máximos trofeos, simple y sencillamente por el mérito de ser quien es. Imagen sin palabras, Morante y la hija de Antonio le cortaron la coleta. Recuerdo para toda la vida. Adiós, Antonio, eres grande. SIN SUERTE Eulalio López "Zotoluco, al igual que Morante de la Puebla, se estrelló con un lote poco propicio para el lucimiento; sin embargo, ambos dejaron en la arena lo mejor de sí. CONTUNDENTE Y el que terminó llevándose el gato al agua fue Juan Pablo Sánchez, quien se acomodó con su segundo toro, al cual le cortó las dos orejas sin objeción, tras una labor contundente. BEGOÑA Se lidió un encierro de Begoña, impecable de presencia, sin embargo quedó a deber. No obstante, el de la despedida de Antonio Barrera y el sexto, que fue para Juan Palo, fueron de suma calidad y recorrido. |
Páginas
▼
No hay comentarios:
Publicar un comentario