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domingo, 16 de diciembre de 2012

El Zapata arrolla en la Monumental de Morelos


Jorge Raúl Nacif

  
El torero de Apizaco tuvo una actuación muy espectacular
           
La cifra de cuatro orejas y un rabo es el resultado numérico del triunfo que Uriel Moreno "El Zapata" consiguió esta tarde en la Monumental de Morelos, ubicada en el municipio de Alpuyeca, pero más allá de los datos, el torero tlaxcalteca continúa demostrando una gran capacidad de adaptarse a las circunstancias y sacar el mayor provecho a sus enemigos para emocionar a los tendidos.

Y es que los dos ejemplares de su lote no le pusieron las cosas fáciles. El primero manseó desde salida y nunca terminó por entregarse del todo, ante un Zapata que dibujó una bella media verónica con el capote y cubrió con mérito el segundo tiempo invitando a su colega Antonio Ferrera, con el que rivalizó.

Poco a poco, Uriel fue sobando al toro, que tenía peligro sordo, para extraerle muletazos que parecía no tener, muchos de éstos a media altura y sin forzarlo demasiado. Una faena interesante en la que destacaron los trazos por derecha y detalles pintureros que ya son muy suyos, parte de su creativa variedad. Remató con una estocada de fulminantes efectos y paseó las dos orejas.

Y si con su primero se “echó al público a la bolsa”, ante su segundo la cosa terminó por explotar y terminó cortándola hasta el rabo. El de San Marcos tenía mayor recorrido y parecía con buena condición, pero muy pronto se fue quedando cortito y terminando con la cabeza a media altura.

El Zapata estructuró una faena de corte mayoritariamente derechista, por esa el mejor perfil de estado, y regalo muletazos templados y aderezados con detalles de añeja torería. Y para redondear, algunos molinetes de rodillas y pases lasernistas. De nuevo se fue con todo tras el acero y conquistó los máximos trofeos, así como el cariño de la afición morelense.

Una gratísima impresión causó el novillero español José Garrido, que tuvo una labor destacada ante el quinto de la tarde, un novillo que tuvo buena condición y al que toreó bien y bonito. Con suavidad lanceó a la verónica y muy quieto se quedó en el quite por gaoneras, caldeando los ánimos en el tendido.

Inició la faena con un péndulo en los medios y ligó uno más, para luego darse a torear por derecha, ligando bien los muletazos y demostrando que es un torero de arte y pellizco. En un descuido, y cuando toreaba al natural, Garrido pareció enredarse y se llevó una voltereta, para su fortuna sin consecuencias.

Por ambos pitones siguió mostrando su clase en una faena de buen acabado y, tras pinchazo y estocada, paseó las peludas. No conforme, regaló un noveno ejemplar, con el que volvió a mostrar su cualidades artísticas y fue aplaudido por un público ante el que cayó de pie.

También tomó parte el novillero Antonio Lomelín, que ha tenido un año 2012 muy activo y con varios triunfos de importancia. Hoy, demostró oficio y buen gusto, imponiéndose a un astado que no le puso las cosas del todo sencillas. Con firmeza, dibujó derechazos que le fueron coreados, así como naturales en los que llevó bien toreadas las embestidas.

Interesante resultó el trasteo de este joven prospecto nacional y, como remató de una sensacional estocada, fue premiado con una oreja que paseó con orgullo por el redondel de este coso que vivió su tercera corrida de pre inauguración.

El español Antonio Ferrera no tuvo “tela de donde cortar”, como se dice en el argot taurino, pues los dos ejemplares de su lote resultaron complicados y, con diversos matices, prácticamente no tuvieron ni un pase., de tal forma que solamente pudo demostrar actitud y deseos de triunfo.

Actuación honesta la de Ferrera, que “correteó” a su primero, un manso perdido, para sacarle muletazos e intentar aprovechar esos arreones que pegaba, logrando algunos momentos en los que expresó el sentimiento que lleva en su interior. Ante éste, invito a banderillear a Uriel, pero el lucimiento no fue el esperado debido a las complicadas condiciones del burel.

Con las jaras pudo lucir mejor ante su segundo, consiguiendo dos cuarteos y un par al violín. El toro arreaba con fuerza y el torero ibérico jamás logró confiarse, pues no iba embebido en la muleta. El esfuerzo quedó patente y el público le reconoció con sus palmas cuando se retiró del coso morelense.

El rejoneador Gastón Santos abrió plaza ante un toro que fue suave y que quizá sangró demasiado con los rejones de castigo, apagándose pronto. El caballista lució al torear con la banderola y estuvo adecuado en la colocación de banderillas, así como en los momentos en lo que llevó cosido a la grupa al ejemplar. De no fallar con el rejón de muerte, bien pudo haber tocado pelo.

Su segundo fue incierto, pues por momentos acudía con franqueza a las cabalgaduras y en otros se frenaba y después pegaba arreones, de tal forma que Gastón no logró confiarse. Pasó en falso en algunas ocasiones y en otras más estuvo certero, en lo que fue una actuación esforzada. Se puso muy pesado en el tercer tercio y se retiró entre algunos pitos tras escuchar dos avisos.
Ficha
Alpuyeca, Mor.- Monumental de Morelos. Rancho "Agua Salada". Un cuarto de entrada en tarde calurosa. Toros y novillos de San Marcos, bien presentados en su conjunto, descastados en general y varios complicados, con excepción de 1o. y 5o. El rejoneador Gastón Santos: Ovación y pitos tras dos avisos. Uriel Moreno "El Zapata": (salmón y pasamanería blanca): Dos orejas y dos orejas y rabo. Antonio Ferrera (azul rey y oro): Palmas en su lote. El novillero Antonio Lomelín (lila y oro): Oreja. El novillero José Garrido (palo de rosa y pasamanería blanca): Dos orejas y palmas en el de regalo.

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