Lucas Pérez | Madrid
Ochenta y tres años de historia taurina en una plaza referencia como
la Santamaría de Bogotá se verán interrumpidos en 2013 por culpa de la
polémica decisión del alcalde de la ciudad, Gustavo Petro, de cerrar el coso para la celebración de corridas de toros.
Una medida contra la que luchan los estamentos taurinos de todo el
mundo, como también lo hacen contra la situación de la vecina Quito, que
recientemente ha visto suspendida su Feria.
Figuras como Castella, El Juli, Perera o Bolívar se reunieron el pasado mes de octubre con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que les prometió agilizar los trámites para declar los toros Patrimonio Cultural del país. El gerente de la Corporación Taurina de Bogotá, Felipe Negret, pelea también desde hace tiempo por devolver la libertad a los ciudadanos. «Lo que hizo Petro fue un acto despótico de una persona que desconoce el aspecto legal de la Fiesta, ya que la Corte no prohíbe las corridas de toros. Parece que este alcalde llegó para odiar y no para gobernar pero yo digo que no hay periodo que no termine, plazo que no se cumpla y mandato que no se revoque», asegura Negret, que además del gesto de los toreros, agradece el apoyo de artistas como Vargas Llosa, Sánchez Dragó, Savater o Sabina.
Tras una Feria de 2012 bajo amenaza, el alcalde mantuvo dos reuniones con la empresa. «Él nos propuso prorrogar nuestro contrato 10 años más si eliminamos la muerte del toro. Le dijimos que no fuimos a hablar para defender un contrato sino para defender un espectáculo lícito como los toros», asegura Negret.
Hace apenas un mes, la Corte Constitucional de Colombia ratificó la legalidad de las corridas y aseguró que las autoridades no tienen facultad legal para prohibir estos espectáculos. Petro contratacó cediendo la plaza a una empresa, Idartes, especializada en organizar espectáculos extrataurinos. «El alcalde no sólo desconoce la Ley, sino también los mandamientos de la Corte. Sería de sabios rectificar y alejarse de la soberbia y la tiranía que quiere imponerle a un sector de la ciudad que es amante de la Fiesta», dice.
Sin embargo, Felipe Negret mira con optimismo el futuro: «No nos vamos a ir a hacer corridas de toros fuera de Bogotá porque sería aceptar el éxodo al que el alcalde quiere condenarnos. Estamos a la espera de varios fallos judiciales para permitir que la plaza vuelva a celebrar corridas. Estoy seguro de que más pronto que tarde, los toros volverán a la Santamaría de Bogotá», finaliza.
Figuras como Castella, El Juli, Perera o Bolívar se reunieron el pasado mes de octubre con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que les prometió agilizar los trámites para declar los toros Patrimonio Cultural del país. El gerente de la Corporación Taurina de Bogotá, Felipe Negret, pelea también desde hace tiempo por devolver la libertad a los ciudadanos. «Lo que hizo Petro fue un acto despótico de una persona que desconoce el aspecto legal de la Fiesta, ya que la Corte no prohíbe las corridas de toros. Parece que este alcalde llegó para odiar y no para gobernar pero yo digo que no hay periodo que no termine, plazo que no se cumpla y mandato que no se revoque», asegura Negret, que además del gesto de los toreros, agradece el apoyo de artistas como Vargas Llosa, Sánchez Dragó, Savater o Sabina.
Tras una Feria de 2012 bajo amenaza, el alcalde mantuvo dos reuniones con la empresa. «Él nos propuso prorrogar nuestro contrato 10 años más si eliminamos la muerte del toro. Le dijimos que no fuimos a hablar para defender un contrato sino para defender un espectáculo lícito como los toros», asegura Negret.
Hace apenas un mes, la Corte Constitucional de Colombia ratificó la legalidad de las corridas y aseguró que las autoridades no tienen facultad legal para prohibir estos espectáculos. Petro contratacó cediendo la plaza a una empresa, Idartes, especializada en organizar espectáculos extrataurinos. «El alcalde no sólo desconoce la Ley, sino también los mandamientos de la Corte. Sería de sabios rectificar y alejarse de la soberbia y la tiranía que quiere imponerle a un sector de la ciudad que es amante de la Fiesta», dice.
Sin embargo, Felipe Negret mira con optimismo el futuro: «No nos vamos a ir a hacer corridas de toros fuera de Bogotá porque sería aceptar el éxodo al que el alcalde quiere condenarnos. Estamos a la espera de varios fallos judiciales para permitir que la plaza vuelva a celebrar corridas. Estoy seguro de que más pronto que tarde, los toros volverán a la Santamaría de Bogotá», finaliza.
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