Páginas

sábado, 19 de enero de 2013

DANIEL ARAGÓN - FLOR DE JARA

"El toro debe humillar y repetir, debe ser toreable"

"Las figuras están capacitadas para triunfar con este encaste"


El toro que cría Daniel Aragón

MARCO A. HIERRO, Colmenar Viejo (Madrid)
Es matador de toros porque con ello se muere, pero ya son cinco lustros los que lleva criando reses bravas un Carlos Aragón Cancela que tiene asegurado el futuro y la sucesión con su hijo Daniel. Juntos cincelan los destinos de un hierro legendario al que trabajo y dedicación constante han puesto en el punto de mira del aficionado. Es el vástago quien contesta las preguntas como si fuera el padre. Son un equipo que lo tiene claro donde también Carlos, el hijo menor, es pieza clave. Son la familia que le da lustre con Flor de Jara al mítico hierro de Bucaré.

- Pregunta: Daniel, ya son muchos años confiando en el encaste Buendía. ¿Cómo arrancó lo que hoy es Flor de Jara?
- Respuesta: Sí, ya son 23 años con este encaste y hace cinco se nos presentó la ocasión de comprar el hierro de Bucaré, que al fin y al cabo es la madre de la rama. Una de las tres partes en que se dividió la ganadería de Joaquín Buendía. Mi padre compró 170 vacas, seis sementales y todos los machos y hembras nacidos hasta erales. Los utreros se los quedaron allí porque ya estaban comprometidos a la venta.

- P: Cuando uno adquiere un hierro como este, también adquiere la responsabilidad de alcanzar sus cotas históricas, ¿no es cierto?
- R: Sí, por supuesto que es una responsabilidad enorme tener la ganadería que tenemos y el encaste que tenemos. Mantener la ganadería donde tiene que estar, que creo que es en lo más alto. Conseguir entrar en las ferias con corridas de toros e intentar estar en un nivel bueno. Y que el aficionado esté ilusionado y se vaya contento de las plazas cuando vea lidiar una corrida de nuestra casa. Por supuesto que es una responsabilidad mantenerlo y, si puede ser, mejorar.
- P: Cuando os enfrentáis a este encaste, no es nuevo para vosotros, pero sí que habréis notado diferencias de lo que viene de esta última parte a lo que habéis tenido de toda la vida. ¿O no habéis notado ninguna?
- R: Sí, claro. Sobre todo en número. Teníamos una parte, unas 30 ó 40 vacas, y claro, recibir casi 180 vacas se nota en las instalaciones. Más vacas para echar de comer, muchas más vacas que tentar y es totalmente diferente, claro. Ahora tenemos que estar en el mercado. Anteriormente lo que hacía mi padre tenía claro que lo que nacía en casa moría en casa. Lo lidiábamos a campo abierto y disfrutábamos de la ganadería. Ahora también disfrutamos, pero tenemos que ir a lidiar a las plazas y a cargarnos de responsabilidad, por supuesto.
- P: Siempre el mismo encaste, siempre este Santa Coloma. ¿Qué es lo que más os llama la atención de este encaste, lo que os hizo elegirlo?
- R: Bueno, yo creo que es un toro que embiste muy despacio, que el toro bueno de Santa Coloma humilla y es capaz de embestir a una lentitud que no es capaz ningún toro de lidia de otros encastes, y por eso creo que mi padre eligió el Santa Coloma. También es un toro bravo, y morfológicamente es un animal muy bonito. A mí es el encaste que más me gusta ahora mismo.
- P: Ahora nos damos una vuelta por la ganadería y estáis los dos hermanos aquí. Y supongo que hay afición para continuar un trabajo que ya viene de años, ¿no?
- R: Si, por supuesto. Tanto mi hermano como yo es tamos entusiasmados con la ganadería y esperamos poder continuar. Sería una satisfacción enorme y un orgullo poder continuar con una ganadería como esta y con la ilusión que mi padre le ha puesto a este hierro.
- P: Vamos a repasar un poco lo que ha sido vuestra historia con este hierro hasta ahora. Habéis lidiado novilladas en Madrid. Decías antes que habíais tenido suerte, pero las estadísticas suelen mentir poco, ¿no es así?
- R: Bueno, hemos ido tres años a Madrid con novilladas y las cosas nos han salido bien. Cada año que hemos lidiado nos pedían una para el año siguiente, por eso creo que estamos haciendo el trabajo bien. Fuimos a San Isidro y nos llevamos bastantes premios, y la gente se fue muy satisfecha con la novillada. Pero no te puedes quedar estancado ni dormirte en el triunfo. Ahora toca seguir peleando y, cuando podamos, ir a Madrid a triunfar.
- P: Lástima lo del año pasado, que teniendo una corrida para Madrid de repente se desbarate en el campo. Esas cosas pasan cuando uno trata con ganado bravo...
- R: Claro que sí. Teníamos una serie de toros en hechuras y con confianza, pero bueno, son animales que se estropean y con eso tienes que contar. De hecho, uno de los animales que estaba reseñado para ese encierro lo tentamos después y se ha quedado padreando. Fue una desgracia, sí, pero Madrid está ahí, no se va a ir. Ya habrá tiempo de anunciarse. Lo importante es que ese día las cosas salgan como soñamos.
- P: Cuando miras al futuro y ves el hierro de tu casa, ¿cómo pintas el futuro ideal?
- R: Yo creo que el futuro ideal sería lidiar cuatro corridas de toros y dos o tres novilladas, y estar en las ferias grandes, en las plazas importantes, donde el aficionado demande nuestros toros. Cuidar siempre muchísimo la presentación en las plazas e intentar que salga lo mejor posible. Para eso trabajamos todos los días.
- P: Daniel, te meto en un charco ahora. También a la hora de lidiar corridas hay que mirar lo que suelen matar las figuras del toreo, que no se apuntan mucho a este tipo de ganaderías. Pero a lo mejor es porque no han probado a conocerlas un poco más...
- R: Bueno pues, precisamente ayer estuve con mi padre viendo videos de El Juli, de Perera, de figuras del toreo matando en Dax, en Mont de Marsan, en Bayona, corridas de Ana Romero, de La Quinta... Lo han probado. Y a lo mejor en un futuro se apuntan, quién sabe. Es un tipo de toro que creo están capacitados para matar, porque es un muy agradecido y de verdad creo que podrían triunfar perfectamente con él. Desde luego, yo los animaría a que lo probasen. Aquí están nuestros toros. Quien los quiera, que los mate. Nosotros encantados.
- P: Cuando dibujas tu toro ideal, cuando estás en un tentadero y empiezas a ver toros, ¿qué es lo que no le perdonas a un toro o a una becerra en una tienta?
- R: Sobre todo, que no humille. Si no humilla no se puede quedar en nuestra casa. Que pierda la vista al final del muletazo, que falte bravura. Una vaca en nuestra casa no se aprueba si no repite, si no tiene emoción. Una vaca que la torea todo el mundo, que salgo yo y le pego muletazos siendo un aficionado práctico, y no me pone ninguna complicación. Nosotros exigimos una vaca brava, sobre todo la bravura por encima de todo, y que humille y que tenga recorrido. Que tenga sus dificultades pero que sea un animal que sea toreable.
- P: El toro te tiene que hacer sudar, ¿no?
- R: Por supuesto. Es un toro bravo y el toro bravo exige a un torero. El torero es una persona que hace lo que la mayoría no puede hacer, y por eso es reconocido. El toro tiene que exigir, ser bravo, pero siempre con la condición de la humillación, la repetición y la entrega. Y el torero, cuando pueda, creo que debe serle agradecido también.
- P: Has hablado de aficionado práctico, de ponerte delante. La sensación de tener la muleta en la mano. ¿Te cambia la visión?
- R: (Risas) Solamente he toreado alguna becerra aquí en casa, y la verdad es que sí me gusta, pero lo justo para entretenernos y echar un buen rato, pero no más. Lo que sí es cierto es que en la cara entiendes cosas que no ves desde fuera.
- P: Hemos hablado de que el futuro estaba asegurado y que la intención, desde luego, es lidiar en plazas importantes. Pero también dices que más de cuatro cinco corridas no querías lidiar. ¿Es la medida justa?
- R: Sí, yo creo que es un buen número. La ganadería que tenemos no es  muy larga, con 170 vacas. Creo que es un buen número para lidiar. Que nos defenderíamos económicamente y que es un número para pasar el miedo justo que queremos. No queremos tampoco tener 10 ó 15 corridas de toros. Queremos cuatro o cinco, la ganadería en la mano y en las que lidiemos, tener fe y que los aficionados puedan salir satisfechos.
- P: Nadie tiene la panacea, pero ¿puede ser esa la fórmula en una situación como la que vivimos?
- R: Hoy en día, la ganadería en general no es sostenible económicamente, y cada vez va a peor, no sé hasta dónde llegaremos. Todo esto está alcanzando un punto muy malo, pero yo creo que mejorará. Hay que tener fe en que mejore y que todo repunte. Que cambie el mercado y empiecen a pagarse los toros a lo que valen, ni más ni menos.
- P: Pero un ganadero que no tiene afición, en una situación como la actual, lo tiene complicado, ¿no es cierto?
- R: Yo creo que sí, que la afición es súper importante, que las cosas muy pocas veces salen por casualidad y que el trabajo tiene su recompensa. Por supuesto que la afición es clave para un ganadero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario