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lunes, 15 de abril de 2013

Diego Ventura, cuatro orejas y Puerta del Príncipe en Sevilla

FERIA DE ABRIL

(Foto: González Arjona)

Dos de los cuatro trofeos llegaron en el sexto tras un antológico tercio de banderillas montando a Pegaso

Víctor García-Rayo

Otros titulares de la histórica jornada han sido el casi lleno que registró el coso, el buen juego del encierro de Bohórquez, la reaparición del caballo Morante y la emotiva invitación a banderillear a los sobresalientes Sergio Domínguez y Andrés Romero.


Antonio Jiménez, ganador del potro de Diego Ventura
Diego Ventura ha salido a hombros por la Puerta del Príncipe tras cortar cuatro orejas -dos de ellas al sexto- a la manejable corrida de Bohórquez que ha lidiado esta tarde en solitario en la Maestranza de Sevilla. El jinete, que abandonó el coso arropado por los chavales de la Escuela Taurina local, bordó el toreo con el sexto, ante el que con Pegaso protagonizó un inolvidable tercio de banderillas.

Así fuimos narrando on-line el histórico festejo:
Diego Ventura ha arrancado ya el paseíllo para afrontar su gran reto de lidiar esta tarde seis toros en solitario en la Maestranza de Sevilla. El coso presenta un casi lleno -apenas han quedado algunas localidades de sombra en taquillas- y la tarde es estupenda, calurosa y soleada.

El caballero ha cruzado la Maestranza y, tras él, han ido saliendo cada uno de los veinte caballos que ha preparado para la ocasión. Los equinos han visto desde el tercio cómo el rejoneador ejercía una exhibición de alta escuela.

Con el primero de Bohórquez, noblón, colaborador y manejable aunque un punto falto de empuje, perdió una oreja por el mal uso del rejón de muerte. Tuvo que llegarle a la cara el caballero en una faena muy pulcra, en la que clavó con acierto y reunido siempre, brillando especialmente a lomos de "Cheke". Pinchó seis veces y fue silenciado.

El segundo tuvo nobleza y fijeza, pero duró poco y se fue apagando. El torero anduvo lucido sobre todo con Nazarí, dejándose llegar hasta el estribo los pitones del toro. Clavó con acierto las banderillas, dejando en el epílogo unas cortas al violín. El rejonazo final cayó muy trasero, tardando mucho el toro en doblar, provocando el enfriamiento del público. Fue ovacionado.

Ventura esperó desde dentro de la manga de chiqueros al tercero, al que paró garrocha en mano en un emocionante pasaje. El toro embistió a arreones, parándose después y midiendo mucho al torero y sus caballos. Se le vio a Diego muy centrado y brillante con Remate, con el que dejó buenos pares a dos manos. El rejonazo final montando a Milagro quedó algo trasero pero fue de efectos fulminantes, cayendo el toro rodado sin puntilla y llegando el primer trofeo del festejo.


El hispano-luso arrancó la segunda parte del festejo cambiando de chaquetilla, luciendo ahora una de terciopelo azul bordada en plata. Durante la lidia de este cuarto, noble y chochón, invitó a banderillear a los dos sobresalientes del festejo: Sergio Domínguez y Andrés Romero, que clavaron a muy buen nivel. Ventura, por su parte, llamó la atención del gran público arrodillando en los cites a su caballo Padilla, con el que clavó al violín. Mató de un fulminante rejonazo y obtuvo su segunda oreja de la tarde.

El quinto de Bohórquez, grandón, noble y bondadoso, tuvo una duración limitada, pero sirvió para que Ventura cuajara otra interesante actuación. Lo más importante llegó con la reaparición de Morante, que volvió a morder los pitones del toro en una faena fundamentalmente espectacular. Si no llegó la oreja que pidió el público fue porque mató al segundo intento.

Dos orejas cortó del sexto en la que, sin duda, fue la faena más maciza y emotiva de la tarde. Dictó una lección antológica banderilleando a lomos de Pegaso, que rayó a un gran nivel en un tercio en el que ambos arriesgaron muchísimo. Al toro lo paró también estupendamente de salida con la yegua "Buena Vibra". Mató de un rejón de muerte en toda la yema y salió a hombros por la Puerta del Príncipe.




Sevilla, 14 de abril de 2013. Toros de Fermín Bohórquez, bien presentados y manejables en líneas generales. Diego Ventura, como único espada: Silencio, ovación con saludos, oreja, oreja, saludos tras petición y bronca al palco por no conceder la oreja y dos orejas. Entrada: Casi lleno. Ejercieron de sobresalientes Sergio Domínguez y Andrés Romero.

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