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La familia Villafuerte organizará por séptimo año consecutivo la Feria del Señor de los Milagros
Jaime de Rivero
La
organización de la Feria del Señor de los Milagros del 2013 de Lima
(Perú) recaerá en la señora Jenny Villafuerte Falcón, a quién se le
adjudicó en arrendamiento la plaza de Acho. La señora Villafuerte
participó en solitario en esta segunda convocatoria en la que también se
exigieron condiciones leoninas para los interesados. Con este
resultado, la familia Villafuerte sumará siete temporadas consecutivas
al mando de Acho, cuya gestión asumieron en el 2007.
No menos de irregular puede calificarse el que la Beneficencia haya modificado las condiciones del arrendamiento luego de conocer la existencia de un único postor habilitado para la puja. En la etapa de Absolución de Consultas, dicha entidad aceptó reducir de 4 a 3 las corridas de toros a celebrarse en la próxima feria, modificando una condición esencial de la licitacion.
La situación de la plaza es preocupante para los aficionados. Al mal estado de conservación se le suma la desidia de la Beneficencia por el desarrollo y la calidad del espectáculo taurino, por el que se cobra precios astronómicos en detrimento del público, que es el que sostiene la rentabilidad del negocio.
Esta licitación ha mostrado, una vez más, la necesidad de replantear la gestión de la plaza para los próximos años, la que debería orientarse hacia una restauración integral del recinto que permita su adecuada explotación. Existe un ambicioso proyecto de restauración con una inversión mayor a 10.000.000 dólares, elaborado por una firma extranjera. La Municipalidad de Lima debería priorizar este proyecto y convocar a concurso público internacional para que todas las empresas puedan participar en igualdad de condiciones y así recuperar esta joya de la arquitectura taurina que celebrará 250 años de existencia en el 2016.
No menos de irregular puede calificarse el que la Beneficencia haya modificado las condiciones del arrendamiento luego de conocer la existencia de un único postor habilitado para la puja. En la etapa de Absolución de Consultas, dicha entidad aceptó reducir de 4 a 3 las corridas de toros a celebrarse en la próxima feria, modificando una condición esencial de la licitacion.
La situación de la plaza es preocupante para los aficionados. Al mal estado de conservación se le suma la desidia de la Beneficencia por el desarrollo y la calidad del espectáculo taurino, por el que se cobra precios astronómicos en detrimento del público, que es el que sostiene la rentabilidad del negocio.
Esta licitación ha mostrado, una vez más, la necesidad de replantear la gestión de la plaza para los próximos años, la que debería orientarse hacia una restauración integral del recinto que permita su adecuada explotación. Existe un ambicioso proyecto de restauración con una inversión mayor a 10.000.000 dólares, elaborado por una firma extranjera. La Municipalidad de Lima debería priorizar este proyecto y convocar a concurso público internacional para que todas las empresas puedan participar en igualdad de condiciones y así recuperar esta joya de la arquitectura taurina que celebrará 250 años de existencia en el 2016.
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