(Foto: J.Arroyo) |
FERIA DE SAN ISIDRO
El colombiano saluda la única ovación de la tarde y pierde una oreja con la espada frente a una deslucida novillada de Carmen Segovia
APLAUSOS
Un sensacional arrimón de Sebastián Ritter con el
novillo que cerró plaza salvó el deslucido festejo de hoy en Madrid. El
novillero colombiano saludó la única ovación de la tarde y perdió una
oreja con la espada tras mostrar un valor consciente y sereno, a prueba
de bombas. Tomás Campos, muy templado toda la tarde, y Curro de la Casa,
más verde pero dejando retazos de su buen concepto, completaron un
espectáculo en el que se jugó una desclasada novillada de Carmen
Segovia.Así hemos vivido la narración on-line del festejo:
Tomás Campos ha sido silenciado con el novillero que ha abierto el festejo de esta tarde en Las Ventas. El extremeño pechó en primer lugar con un utrero de Carmen Segovia que se movió sin clase y se vino pronto abajo y con el que protagonizó una labor templada y correcta en las formas aunque de poca conexión con los tendidos. Mató de estocada trasera y desprendida y hubo de emplear el descabello. Complicado y con genio, el cuarto llevó siempre la cara alta y se defendió en sus embestidas. El torero anduvo solvente en una faena no brillante pero sí firme y valiente, pues no renunció nunca ante el toro.
El segundo fue un novillo que también sacó movilidad sin clase, que embistió con la cara alta y saliendo desentendido de los muletazos. En el primer tercio hubo un buen quite por gaoneras de Sebastián Ritter, al que respondió por tafalleras Curro de la Casa, que ejecutó después una faena presidida por la firmeza. Fue mejor y más limpia su labor a izquierdas, lado por donde salió a relucir su buen concepto. Aun sin redondear, mostró sosiego y firmeza, rematando con bernadinas. En la primera entrada a matar fue volteado, dejando una estocada después. Firme y decidido estuvo ante el quinto, frente al que se dobló con torería. Hizo el esfuerzo De la Casa, que no se arredró a pesar de las dificultades de su oponente. Se atragantó con los aceros y emborronó la buena imagen ofrecida en su debut.
Pocas opciones dio el deslucido tercero al colombiano Sebastián Ritter. Blandeó, no humilló y tampoco repitió en sus embestidas el utrero de Carmen Segovia, y, ante semejante material, Ritter apenas pudo intentarlo con buena y destacable decisión. Antes manejó con soltura y buenas maneras el capote a la verónica, quitando después por chicuelinas Tomás Campos. Muy valiente anduvo con el sexto, un novillo parado, aplomado y con muy poca voluntad de tirar hacia adelante. Puso la plaza en pie por momentos el de Colombia, que, ajustado y asentado en los terrenos del animal, mostró una serenidad y seguridad aplastantes, dejándose acariciar los muslos por los pitones del novillo. Al margen del toreo de cercanías, dejó también un par de series, una por cada pitón, de buen toreo. Hubiese cortado una oreja de haber acertado con la espada. Al final, saludó la única ovación de la tarde.
Madrid, 27 de mayo de 2013. Novillos de Carmen Segovia. Bien presentados, serios, de distinto volumen y escaso juego, deslucidos y sin clase. Tomás Campos: Silencio tras aviso y silencio; Curro de la Casa: Palmas tras aviso y silencio tras dos avisos; y Sebastián Ritter: Silencio y saludos tras aviso. Entrada: Alrededor de dos tercios de plaza
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