Páginas

viernes, 3 de mayo de 2013

Opinión Taurina: ¡Cada quien su Verdad!

20130503-120216 p.m..jpg

El hombre sólo recurre a la verdad
cuando está escaso de mentiras.

Juan José Arreola.

Óscar López Gamboa*.

Es mucho muy difícil abordar una proposición o texto que se toma por asunto o materia de un discurso el cual, no afecte la sensibilidad y manera de pensar del o los destinatarios del mismo, produciendo efectos en pro o en contra de su contenido toda vez qué, la propuesta escogida por el ponente es su ¡VERDAD! , la cual no puede ser aceptada del todo por aquellos que la escuchan o leen, surgiendo de inmediato una réplica de quienes no comparten aquella ponencia en algunas ocasiones de manera respetuosa, y otras no tanto desatando con ello en ocasiones, una polémica ríspida.

Y eso fue precisamente lo que sucedió la semana pasada con un artículo que le publicó la página web SOL y SOMBRA, para la cual escribe Arturo López Negrete, mejor conocido como “El Bardo de la Taurina” ; al referirse éste, al percance que sufrió en Sevilla Julián López “El Juli “ , al estar toreando de muleta al primer toro de su lote; dicho artículo por cierto, redactado en el estilo que le caracteriza, levantó ámpula en el ánimo de algunos lectores de dicha página y las réplicas no se hicieron esperar y montados en cólera, le espetaron al autor de aquel documento sí me lo permiten, parafraseando al inolvidable y buen aficionado taurino “El Piporro”; “oye no te vayas falta mi contestación” y le dieron a llenar dejándole prácticamente, como “trepadero de mapache”, para satisfacer así su iracunda respuesta y como refiero en este comentario, ¡CADA QUIÉN SU VERDAD! Pero lamentablemente la mayoría de nosotros no entendemos eso o bien, no lo aceptamos de manera respetuosa y en silencio pues, el callar prudentemente no significa de ninguna manera, el otorgar la razón a quién la argumenta.

Aquellos que se dedican a la locución radiofónica, televisiva así cómo los periodistas, cronistas, críticos o bien quienes se atreven a escribir como un servidor; sobre algún tema en especial, siempre estaremos sujetos a ése tipo de réplicas o críticas pues, debemos entender los que por alguna razón específica nos dedicamos a hablar o escribir, que NO (así con mayúsculas), somos la Suma de todos los criterios favorables, dé aquello que dijimos o escribimos por tanto, debemos estar siempre mentalizados o predispuestos para aceptar toda respuesta que está en contra de ¡NUESTRA VERDAD! Y ello deberá hacerse invariablemente, con todo respeto sin denostar con saña a quién o quienes nos increpan o cuestionan, aunque éstas, sean de mala manera. Hay que aceptar también que quienes hacemos críticas habladas o escritas, estamos en nuestro derecho de hacerlo; como también quienes nos critican o comparten nuestra opinión, están en su libre derecho de manifestarse les asista la razón o no.

Los tiempos y las formas han cambiado en cuanto a la actividad periodística hablada y escrita pues, antiguamente no existían los medios electrónicos de hoy como es el Internet y, todo aquello que era comentado o escrito por los profesionales del medio, prácticamente no tenían réplica por no haber espacios para ella ya que no sé acostumbraba de ahí qué, aquellas distinguidas y reconocidas “Plumas” o algunas no tanto, surcaban alegremente los espacios radiofónicos, con aquellos ríos interminables de tinta y bovinas de papel, dónde todo eran aplausos y loas sin que casi nadie les protestara por no estar de acuerdo con su ¡VERDAD!; propiciando así el supuesto silencio de sus lectores o radioescuchas, el casi culto, al mito que representaban aquellos periodistas, locutores, cronistas, etc., de llegar a considerarse inclusive infalibles en el ejercicio de profesión.

Este humilde “Escribiente” de profesión Contador Público, simplemente desde hace cinco años, tiene la convicción por puro gusto de intentar expresar libre y respetuosamente su Verdad, sobre todo aquello que incumbe a la Fiesta de los Toros. Y sean bienvenidas las pedradas y sí acaso surgen también por ahí las porras.

En la actualidad vivimos la era y pleno apogeo de las ¡Redes Sociales Electrónicas! las personas libremente expresan con o sin razón sus ¡VERDADES!, en X O Y, tema o asunto qué les atañe y ésa nueva libertad de expresarse de las grandes masas hoy en día, les afecta en mayor o menor grado a los autores de algunos artículos o comentarios hechos; en su “Ego Profesional”, al ser cuestionados inmediatamente por aquellos ¡Interlocutores de Internet! Indudablemente los tiempos han cambiado; y debemos reconocer, qué ¡Nada es para Siempre!

Antaño y hogaño, siempre hubo y habrá, buenos, malos y deshonestos comunicadores que precisamente por ésa condición humana y profesional, sé distinguieron o distinguen pero no somos quién, para juzgarlos la historia se encargará de hacerlo por sus ¡Hechos!
Es todo por hoy y hasta la próxima, sí el Divino Creador lo permite.
Mayo 03 de 2013.
*Ex Juez de plaza Calafia y comentarista de Grupo Radiorama.
opiniontaurina@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario