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domingo, 9 de junio de 2013

Diego Ventura, oreja, roza la puerta grande en Madrid

FERIA DEL ARTE Y LA CULTURA

El sevillano pasea un trofeo de su primero y pierde un triunfo mayor tras fallar con el rejón de muerte en su segundo

Íñigo Crespo
Diego Ventura paseó una oreja del segundo, otro toro manejable frente al que estuvo espléndido montando a Nazarí en el galope a dos pistas, con un temple milimétrico y clavando siempre de frente y buscando el pitón contrario. Ese fue el punto álgido de una faena que tuvo momentos importantes. Con Pegaso toreó reunido y con expresión, mientras que con Remate se gustó en un buen par a dos manos con y una rosa al violín. Mató de un rejonazo trasero.

 

El sevillano anduvo sensacional con el quinto en otra faena de una rotundidad y emotividad sobresaliente frente a un animal que manseó de salida pero que resultó noble. Lo puso todo el rejoneador de la Puebla, que sobre Nazarí aguantó tarascadas, llegando mucho al tendido. Puso banderillas sobre Milagro y no faltaron los bocados con Morante que entusiasmaron al respetable. Finalizó con un carrusel de cortas muy reunido sobre Remate. El toro se aplomó y resultó muy difícil pasar con el rejón de muerte. A pesar de tres pinchazos se le pidió la oreja. Vuelta al ruedo.


El que hizo tercero fue un toro de buena condición con el que Joao Moura cuajó una buena faena fundamentalmente por su ligazón. Labor compacta en la que destacó montando a Perera y Cordobés en una mezcla de espectacularidad y clasicismo. Tras clavar cortas en un palmo, perdió el triunfo con el rejón de muerte. El manejable sexto permitió al portugués realizar otra faena con continuidad que tuvo momentos buenos a lomos de Espartaco pero todo lo emborronó por el mal uso del rejón de muerte.


Fácil y resuelto se mostró Fermín Bohórquez con el hondo, noble y manejable primero. Faena personal, basada en los cánones clásicos del rejoneo en el que ha destacado montando a Brasil, con quien hizo las suertes con pureza y también sobre Melero en un buen par a dos manos. Sonaron dos avisos tras atascarse el descabello. Ante su segundo, un toro con clase, dejó una labor de más a menos en la que se lució a lomos de Bohemio, con quien citó en la larga distancia y clavó con pulcritud. La labor se fue diluyendo y no tuvo buen remate con el rejón de muerte.




Madrid, domingo 9 de junio de 2013. Toros de María Guiomar Cortés de Moura, nobles y manejables en líneas generales. FERMÍN BOHÓRQUEZ: Silencio tras dos avisos y silencio; DIEGO VENTURA: Oreja y vuelta al ruedo; JOAO MOURA HIJO: Ovación con saludos y silencio; Entrada: Tres cuartos.

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