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lunes, 24 de junio de 2013

Ferrera, Juli y Manzanares, puerta grande en Badajoz

FERIA DE SAN JUAN

(Foto: Arjona)

Tres orejas a la improvisación y entrega del extremeño; dos para la raza y valentía del madrileño y otro par a la estética y suavidad del alicantino

APLAUSOS
Antonio Ferrera, El Juli y Manzanares, cada uno con sus armas, han descerrajado la puerta grande de la plaza de toros de Badajoz. La terna se repartió siete orejas de una corrida de Garcigrande y Domingo Hernández ante la que el extremeño se alzó como gran triunfador.


Antonio Ferrera ha cortado las dos orejas del toro que abrió plaza en Badajoz. Lo recibió gustándose a la verónica, ganando terreno y culminando con una gran media. Quitó después por chicuelinas y tafalleras que se convirtieron en cordobinas rematadas de otra buena media. Todo con mucha facilidad, sobrado el extremeño, que después banderilleó con espectacularidad. El toro tuvo más movilidad que verdadera clase y entrega, pero sirvió para que el extremeño conectara con los tendidos en una labor muy entregada, plena de dominio y seguridad. Concluyó con adornos y un llamativo desplante final, matando de una estocada desprendida. Paró al cuarto con un par de tijerillas de rodillas antes de torearlo a la verónica con ritmo y despaciosidad. Clavó cuatro pares de banderillas el diestro, que brilló con pares del retrovisor, quiebro con requiebros y violines. El toro fue más reservón que sus hermanos, pero lo empujó bien para adelante Ferrera, muy fácil toda la tarde. Se tiró con rectitud a matar y logró otro apéndice, pidiéndosele con fuerza la segunda oreja.


El Juli brindó su primera faena a su banderillero Niño de Leganés, aún convaleciente de la cornada sufrida el pasado Domingo de Resurrección en Sevilla. El toro, que le derribó al torero en el inicio de la faena de muleta, quedando de rodillas y dando varios pases de tal guisa, se afligió enseguida ante el mando, exigencia y poderío del madrileño. Sometió por completo al animal, perdiendo premio por fallar con la espada tras un impresionante arrimón, pisando por momentos terrenos inverosímiles. Dos orejas conquistó en el quinto tras otro arrimón de clamor. Se sirvió el madrileño de medio toro para poner a todos de acuerdo, dejándose llegar los pitones a los muslos y el pecho en un alarde de valor y superioridad incontestable. Mató de media estocada en la yema que tiró al toro sin puntilla.

Manzanares cortó una oreja del tercero, un buen toro con el hierro de Domingo Hernández. El alicantino, suelto y fácil con el capote, construyó una faena del gusto del público, que pidió para el torero el trofeo tras un pinchazo y una estocada cobrada en la suerte de recibir. Lo mejor llegó en el toreo sobre la diestra y en algún pase de pecho de largo trazo. Otro apéndice cosechó del que cerró plaza, del que aprovechó su nobleza y mimó con suavidad. Un cambio de mano, templado como toda la faena, unido a un colosal volapié dieron paso al trofeo.

Badajoz, 24 de junio de 2013. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández (3º y 4º) para Antonio Ferrera: Dos orejas y oreja con petición de la segunda; El Juli: Ovación con saludos y dos orejas; y Manzanares: Oreja y oreja. Entrada: Tres cuartos.

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