CUENCA.- FERIA DE SAN JULIÁN
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Íñigo Crespo
Buena
dimensión del extremeño, que corta dos orejas, y gran faena del
granadino, que imprime temple y profundidad a un gran fuenteymbro antes
de ser ninguneado por el palco.
Miguel Ángel Perera salió a hombros al término del
festejo celebrado esta tarde en Cuenca. El extremeño paseó dos orejas,
una de cada toro de su lote de Fuente Ymbro, y protagonizó los momentos
más brillantes del festejo junto a El Fandi, que rayó a gran nivel
toreando al gran cuarto de Ricardo Gallardo, del que mereció el doble
trofeo.
Perera cortó una oreja del tercero, un toro rajado y que pronto mostró su querencia hacia los terrenos de adentro. Vistoso quite del extremeño por cordobinas, tafalleras, gaoneras y caleserinas, antes de plantarle batalla al toro en sus terrenos donde embistió con protitud y nobleza. Paralelo a las tablas, Perera cuajó una faena llena de firmeza, perseverancia y notable actitud, exprimiendo a su oponente en una actuación premiada con un trofeo.
Cerró plaza un buen ejemplar, que tuvo movilidad y clase y con el que el de Puebla del Prior se mostró a gran nivel. Lo recibió con largas cambiadas y afarolados de rodillas previos a una faena abundante, comenzada en los medios con pases cambiados. Hubo mucha ligazón y precisión sobre el pitón derecho antes de llegar un núcleo central de faena con naturales largos, encajados, profundos y por abajo. Atornilladas las zapatillas, no faltó el toreo de cercanías y después de estocada desprendida se le pidieron con fuerza dos orejas que el usía dejó en una tras aviso.
El Fandi y un gran toro de Fuente Ymbro lidiado en cuarto lugar marcaron otro de los puntos álgidos del festejo. Fue éste un ejemplar bien hecho, bueno, codicioso, bravo, yendo a más y con fijeza. Muy completo, entregado y toreando para él anduvo El Fandi desde el principio. Con el capote lució en un galleo por tapatías y, después, en un quite por lopecinas. Clavó cuatro pares de banderillas -incluido el dos en uno- antes de realizar una faena de muleta que tuvo dos partes: una primera iniciada de rodillas en el centro del ruedo con una serie en redondo por el pitón derecho, a partir de la cual toreó ya de pie con enorme temple, despaciosidad, largura y ajuste, corriendo bien la mano, a gusto y disfrutando, sobre todo en dos tandas al natural francamente buenas; y una segunda en la que desplegó su artillería a base de molinetes, desplantes y su personal entrega. Mató de estocada e, incomprensiblemente, el palco sólo concedió una oreja a pesar de la fuerte petición de la segunda.
Abrió plaza un toro de buena condición pero muy blando al que El Fandi banderilleó con criterio. Dos pares de poder a poder y un tercero al violín dieron paso a una faena breve en la que el granadino muleteó en la media altura frente a un toro que no respondió.
El castaño segundo tuvo clase y buena condición. Castella anduvo bien con el toro en una faena de mucha suavidad, técnica y despaciosidad. Paciente y templado, el francés fue metiendo al toro en la muleta para cuajar muletazos reunidos, destacando los ejecutados al natural, que tuvieron largura y tacto. No tuvo refrendo con la espada su labor y saludó una ovación.
El quinto fue un toro con movilidad, exigente, vivaz, que no regaló nada. Castella estuvo bien con él, templado, dominador, en una faena de sólida resolución. Valiente, sereno, corriendo bien la mano el francés en una labor que contó con un secreto: el temple. Pudo haber cortado una oreja pero mató de estocada tendida y trasera que precisó de un golpe de verduguillo y todo quedó en saludos tras petición.
Cuenca, martes 27 de agosto de 2013. Toros de Fuente Ymbro, bien presentados y parejos.
Extraordinario el 4º; bueno el 6º, noble y con clase; el 2º, bueno, con calidad, noble pero justo de fuerza; exigente el 5º, con movilidad, encastado; el 3º fue el más deslucido, noble pero rajado; y el 1º sacó clase y codicia pero no tuvo fuerzas. EL FANDI: Ovación con saludos y oreja con fuerte petición de la segunda; SEBASTIÁN CASTELLA: Ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos tras petición; MIGUEL ÁNGEL PERERA: Oreja y oreja tras aviso. Entrada: Algo más de tres cuartos.
Perera cortó una oreja del tercero, un toro rajado y que pronto mostró su querencia hacia los terrenos de adentro. Vistoso quite del extremeño por cordobinas, tafalleras, gaoneras y caleserinas, antes de plantarle batalla al toro en sus terrenos donde embistió con protitud y nobleza. Paralelo a las tablas, Perera cuajó una faena llena de firmeza, perseverancia y notable actitud, exprimiendo a su oponente en una actuación premiada con un trofeo.
Cerró plaza un buen ejemplar, que tuvo movilidad y clase y con el que el de Puebla del Prior se mostró a gran nivel. Lo recibió con largas cambiadas y afarolados de rodillas previos a una faena abundante, comenzada en los medios con pases cambiados. Hubo mucha ligazón y precisión sobre el pitón derecho antes de llegar un núcleo central de faena con naturales largos, encajados, profundos y por abajo. Atornilladas las zapatillas, no faltó el toreo de cercanías y después de estocada desprendida se le pidieron con fuerza dos orejas que el usía dejó en una tras aviso.
El Fandi y un gran toro de Fuente Ymbro lidiado en cuarto lugar marcaron otro de los puntos álgidos del festejo. Fue éste un ejemplar bien hecho, bueno, codicioso, bravo, yendo a más y con fijeza. Muy completo, entregado y toreando para él anduvo El Fandi desde el principio. Con el capote lució en un galleo por tapatías y, después, en un quite por lopecinas. Clavó cuatro pares de banderillas -incluido el dos en uno- antes de realizar una faena de muleta que tuvo dos partes: una primera iniciada de rodillas en el centro del ruedo con una serie en redondo por el pitón derecho, a partir de la cual toreó ya de pie con enorme temple, despaciosidad, largura y ajuste, corriendo bien la mano, a gusto y disfrutando, sobre todo en dos tandas al natural francamente buenas; y una segunda en la que desplegó su artillería a base de molinetes, desplantes y su personal entrega. Mató de estocada e, incomprensiblemente, el palco sólo concedió una oreja a pesar de la fuerte petición de la segunda.
Abrió plaza un toro de buena condición pero muy blando al que El Fandi banderilleó con criterio. Dos pares de poder a poder y un tercero al violín dieron paso a una faena breve en la que el granadino muleteó en la media altura frente a un toro que no respondió.
El castaño segundo tuvo clase y buena condición. Castella anduvo bien con el toro en una faena de mucha suavidad, técnica y despaciosidad. Paciente y templado, el francés fue metiendo al toro en la muleta para cuajar muletazos reunidos, destacando los ejecutados al natural, que tuvieron largura y tacto. No tuvo refrendo con la espada su labor y saludó una ovación.
El quinto fue un toro con movilidad, exigente, vivaz, que no regaló nada. Castella estuvo bien con él, templado, dominador, en una faena de sólida resolución. Valiente, sereno, corriendo bien la mano el francés en una labor que contó con un secreto: el temple. Pudo haber cortado una oreja pero mató de estocada tendida y trasera que precisó de un golpe de verduguillo y todo quedó en saludos tras petición.
Cuenca, martes 27 de agosto de 2013. Toros de Fuente Ymbro, bien presentados y parejos.
Extraordinario el 4º; bueno el 6º, noble y con clase; el 2º, bueno, con calidad, noble pero justo de fuerza; exigente el 5º, con movilidad, encastado; el 3º fue el más deslucido, noble pero rajado; y el 1º sacó clase y codicia pero no tuvo fuerzas. EL FANDI: Ovación con saludos y oreja con fuerte petición de la segunda; SEBASTIÁN CASTELLA: Ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos tras petición; MIGUEL ÁNGEL PERERA: Oreja y oreja tras aviso. Entrada: Algo más de tres cuartos.
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