Junto al sevillano destacaron la personalidad de Ureña y la bravura del toro de Escolar
Íñigo Crespo
La
oreja que cortó Esaú Fernández del sexto, la personalidad exhibida por
Paco Ureña en el segundo y la bravura del toro de José Escolar que abrió
plaza han sido las notas más destacadas del descafeinado desafío
ganadero que ha tenido lugar en Logroño.
Abrió plaza un toro de José Escolar fino de hechuras, bien hecho, serio. Tomó dos varas, empujando en la primera y se dejó dar saliendo suelto en la segunda. Fue bueno en el último tercio, sacando ritmo y exigiendo mano baja y sometimiento. Tuvo un buen pitón izquierdo. Por ese lado surgieron los mejores momentos de una faena asentada y con altibajos de Bolívar. Labor ligada, de buen tono pero donde no terminó el diestro de estar a gusto a pesar de su criterio. Ovación para el toro. Silencio para el diestro. Y buen puyazo de Luis Miguel Leiro.
El serio segundo, de espectacular pelaje cárdeno, calcetero y lucero, fue bravo en varas y resultó en la muleta noble, con movilidad y bondadoso aunque sin terminar de entregarse. Faena buena de Paco Ureña, que cuajó una labor templada, técnica e inteligente, desarrollando un concepto elegante. No se dejó tropezar los engaños, mostrando seguridad y mando. Hubo bellos adornos y, tras matarlo de estocada baja recibiendo, se silenció tanto el arrastre del manejable toro como la actuación del torero, rácano reconocimiento para el de Lorca.
Joselito Adame sorteó en tercer lugar un toro de Flor de Jara bien hecho, muy en la línea Buendía del encaste Santa Coloma, musculado y de buena expresión. Se enceló en el peto, repuchándose en la primera vara. Fue noble en la muleta pero blando y sin rebosarse. Adame cumplió en una labor de buena actitud, tratando de sostener al animal en la media altura. Labor de muchos muletazos pero sin opción de éxito. Buena estocada y silencio para toro y torero.
El cuarto lució el hierro de Adolfo Martín. Fue un animal serio, de gran arboladura, que se dejó pegar en varas pero sin mostrar celo. Llegó complicado al último tercio, midiendo a un Rubén Pinar que se mostró firme y sin renunciar nunca en una labor sin opción. Hubo silencio para los dos, toro y torero.
El quinto, hondo y cuajado, resultó temperamental en el caballo y deslucido en la muleta. Tuvo movilidad pero sin descolgar y rebrincado. Antonio Nazaré puso ímpetu en una labor de escasos logros y mucho empeño. Hubo silencio para el torero y también para el torero.
El de Juan Luis Fraile que cerró plaza fue un toro amplio, alto, serio. Tomó dos picotazos en el caballo y resultó después blando, moviéndose con la cara alta. Esaú lo recibió a portagayola y logró una faena firme, buscando empujar hacia adelante al animal. Se vio criterio y tesón del sevillano, que buscó con ahínco el éxito. Al final obtuvo una oreja.
Logroño (La Rioja), 21 de septiembre de 2013. Segunda de la Feria de San Mateo. Toros de José Escolar, bravo, encastado, bueno; La Quinta, noble, suave, manejable pero sin humillar; Flor de Jara, humillador y con recorrido pero blando y de escasa raza; Adolfo Martín, complicado, de pocas opciones; Ana Romero, deslucido; y Juan Luis Fraile, blando, con movilidad pero a media altura. Luis Bolívar: Silencio; Paco Ureña, silencio tras aviso; Joselito Adame, silencio; Rubén Pinar, silencio; Antonio Nazaré, silencio tras aviso; y Esaú Fernández, oreja tras aviso. Entrada: Alrededor de media plaza. Entre las cuadrillas destacaron Luis Miguel Leiro picando al 1º y Miguel Martín lidiando al 3º.
Abrió plaza un toro de José Escolar fino de hechuras, bien hecho, serio. Tomó dos varas, empujando en la primera y se dejó dar saliendo suelto en la segunda. Fue bueno en el último tercio, sacando ritmo y exigiendo mano baja y sometimiento. Tuvo un buen pitón izquierdo. Por ese lado surgieron los mejores momentos de una faena asentada y con altibajos de Bolívar. Labor ligada, de buen tono pero donde no terminó el diestro de estar a gusto a pesar de su criterio. Ovación para el toro. Silencio para el diestro. Y buen puyazo de Luis Miguel Leiro.
El serio segundo, de espectacular pelaje cárdeno, calcetero y lucero, fue bravo en varas y resultó en la muleta noble, con movilidad y bondadoso aunque sin terminar de entregarse. Faena buena de Paco Ureña, que cuajó una labor templada, técnica e inteligente, desarrollando un concepto elegante. No se dejó tropezar los engaños, mostrando seguridad y mando. Hubo bellos adornos y, tras matarlo de estocada baja recibiendo, se silenció tanto el arrastre del manejable toro como la actuación del torero, rácano reconocimiento para el de Lorca.
Joselito Adame sorteó en tercer lugar un toro de Flor de Jara bien hecho, muy en la línea Buendía del encaste Santa Coloma, musculado y de buena expresión. Se enceló en el peto, repuchándose en la primera vara. Fue noble en la muleta pero blando y sin rebosarse. Adame cumplió en una labor de buena actitud, tratando de sostener al animal en la media altura. Labor de muchos muletazos pero sin opción de éxito. Buena estocada y silencio para toro y torero.
El cuarto lució el hierro de Adolfo Martín. Fue un animal serio, de gran arboladura, que se dejó pegar en varas pero sin mostrar celo. Llegó complicado al último tercio, midiendo a un Rubén Pinar que se mostró firme y sin renunciar nunca en una labor sin opción. Hubo silencio para los dos, toro y torero.
El quinto, hondo y cuajado, resultó temperamental en el caballo y deslucido en la muleta. Tuvo movilidad pero sin descolgar y rebrincado. Antonio Nazaré puso ímpetu en una labor de escasos logros y mucho empeño. Hubo silencio para el torero y también para el torero.
El de Juan Luis Fraile que cerró plaza fue un toro amplio, alto, serio. Tomó dos picotazos en el caballo y resultó después blando, moviéndose con la cara alta. Esaú lo recibió a portagayola y logró una faena firme, buscando empujar hacia adelante al animal. Se vio criterio y tesón del sevillano, que buscó con ahínco el éxito. Al final obtuvo una oreja.
Logroño (La Rioja), 21 de septiembre de 2013. Segunda de la Feria de San Mateo. Toros de José Escolar, bravo, encastado, bueno; La Quinta, noble, suave, manejable pero sin humillar; Flor de Jara, humillador y con recorrido pero blando y de escasa raza; Adolfo Martín, complicado, de pocas opciones; Ana Romero, deslucido; y Juan Luis Fraile, blando, con movilidad pero a media altura. Luis Bolívar: Silencio; Paco Ureña, silencio tras aviso; Joselito Adame, silencio; Rubén Pinar, silencio; Antonio Nazaré, silencio tras aviso; y Esaú Fernández, oreja tras aviso. Entrada: Alrededor de media plaza. Entre las cuadrillas destacaron Luis Miguel Leiro picando al 1º y Miguel Martín lidiando al 3º.
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