El extremeño corta tres orejas, dos de ellas simbólicas, de un gran lote del ganadero manchego
Paco Mora
Fotos: Moratalla Barba
Fotos: Moratalla Barba
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Juli y Morisqueto protagonizaron otro capítulo de altura en un festejo en el que Hermoso de Mendoza también tocó pelo.
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Miguel
Ángel Perera ha indultado al sexto toro del festejo celebrado esta
tarde en Albacete. El animal, de nombre Pescadero y del hierro de Daniel
Ruiz, fue un torrente de bravura, nobleza y clase, aprovechándolo el
extremeño en una lidia de enorme emoción. Ese fue el punto álgido de un
festejo que contó con otra gran faena, la de El Juli a Morisqueto, otro
animal de alta nota del ganadero albaceteño para el que se pidió la
vuelta al ruedo. Dos orejas -una de cada uno de su lote- logró el
madrileño, por tres del extremeño -una en su primero y dos simbólicas
que rechazó en el toro indultado-, en un espectáculo mixto que contó
también con la participación del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza,
que paseó una oreja de un lote de astados de Hermanos Sampedro.
Lo de Perera con Pescadero fue un espectáculo soberbio. Toreó excelentemente sobre las dos manos el de Puebla del Prior, sobre todo al natural, con el toro respondiendo con movilidad, humillación, repetición, nobleza y un incansable afán por coger los engaños con clase. El animal tomó un único puyazo, pues el torero no quiso que le castigaran más, y duró en la muleta una eternidad exhibiendo sus grandes cualidades. El torero, que también toreó con encaje sobre la diestra, dio pases larguísimos y de todas las marcas en una faena de relumbrón, que convirtió a la plaza en un auténtico manicomio. El presidente, sorprendentemente, no quiso premiar con los máximos trofeos tamaña obra, por lo que Perera, contrariado con la decisión, tiró las dos "peludas" al suelo entre la aclamación popular.
Apenas fue picado el tercero, que fue repetidor y humilló bien. Perera arrancó con dos pases cambiados por la espalda, aprovechando al animal después por los dos pitones. Lo mejor llegó en una serie con la mano izquierda en la que bajó la mano como acostumbra y obligó de verdad al de Daniel Ruiz, que respondió con sus embestidas. Se adornó el extremeño, que redondeó todo con una estocada cobrada tras un pinchazo. Obtuvo un trofeo.
El
segundo tuvo fijeza y resultó muy manejable, desplazándose bien por los
dos pitones aunque sin terminar de humillar del todo. Julián, que gustó
con el capote toreando por cordobinas, no quiso castigar nada al animal
en varas, toreando despatarrado con la muleta en una faena de mano baja
en la que dio fiesta al toro por los dos pitones. Mató de un estoconazo
sin puntilla y fue premiado con una oreja, pidiéndosele con fuerza la
segunda.
El quinto fue un gran toro de Daniel Ruiz. A pesar de su elevado peso -600 kilos- humilló y se comió la muleta por abajo sacando prontitud, temple y son. Se le pidió la vuelta al ruedo, y fue fuertemente ovacionado en el arrastre. El Juli lo bordó con él, especialmente en el toreo al natural, con muletazos larguísimos, encajados y de mano rastrera. Mató de estocada entera, un punto trasera, y por eso tardó en doblar el animal, del que el madrileño paseó feliz una oreja de ley.
Pablo Hermoso de Mendoza fue silenciado con el
toro de Hermanos Sampedro que abrió plaza. El rejoneador estellés anduvo
correcto con él en una labor que nunca tomó vuelo ni acabó de calentar a
los tendidos. Clavó a lomos de Manolete, Viriato y Pirata, con el que
dejó cortas y mató de un rejonazo.
Una oreja cortó del cuarto, un ejemplar con más movilidad y de mejor juego para el caballo. Lo recibió con Churumay, clavando banderillas con Disparate y Dalí y cerrando con cortas -dejó un gran par a dos manos con ellas- a lomos de Pirata. Los galopes a dos pistas y las piruetas hicieron también las delicias del público, que le premiaron tras matar de un rejonazo en el sitio.
Albacete, 10 de septiembre de 2013. Toros de Hermanos Sampedro (1º y 4º), para rejones, y Daniel Ruiz
(2º, 3º, 5º y 6º), para lidia a pie. Bien presentados, manejales, de
buen juego, especialmente los jugados en tercer, quinto y sexto lugar.
Este último -Pescadero, nº 66, 530 kilos, negro, nacido en 01/09-, fue
indultado. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, silencio y oreja; El Juli, oreja con petición de la segunda y oreja; y Miguel Ángel Perera, oreja y dos orejas simbólicas tras indulto. Entrada: Lleno. Destacaron con las banderillas Álvaro Oliver en el segundo y Joselito Gutiérrez en el tercero.
Lo de Perera con Pescadero fue un espectáculo soberbio. Toreó excelentemente sobre las dos manos el de Puebla del Prior, sobre todo al natural, con el toro respondiendo con movilidad, humillación, repetición, nobleza y un incansable afán por coger los engaños con clase. El animal tomó un único puyazo, pues el torero no quiso que le castigaran más, y duró en la muleta una eternidad exhibiendo sus grandes cualidades. El torero, que también toreó con encaje sobre la diestra, dio pases larguísimos y de todas las marcas en una faena de relumbrón, que convirtió a la plaza en un auténtico manicomio. El presidente, sorprendentemente, no quiso premiar con los máximos trofeos tamaña obra, por lo que Perera, contrariado con la decisión, tiró las dos "peludas" al suelo entre la aclamación popular.
Apenas fue picado el tercero, que fue repetidor y humilló bien. Perera arrancó con dos pases cambiados por la espalda, aprovechando al animal después por los dos pitones. Lo mejor llegó en una serie con la mano izquierda en la que bajó la mano como acostumbra y obligó de verdad al de Daniel Ruiz, que respondió con sus embestidas. Se adornó el extremeño, que redondeó todo con una estocada cobrada tras un pinchazo. Obtuvo un trofeo.
El
segundo tuvo fijeza y resultó muy manejable, desplazándose bien por los
dos pitones aunque sin terminar de humillar del todo. Julián, que gustó
con el capote toreando por cordobinas, no quiso castigar nada al animal
en varas, toreando despatarrado con la muleta en una faena de mano baja
en la que dio fiesta al toro por los dos pitones. Mató de un estoconazo
sin puntilla y fue premiado con una oreja, pidiéndosele con fuerza la
segunda.El quinto fue un gran toro de Daniel Ruiz. A pesar de su elevado peso -600 kilos- humilló y se comió la muleta por abajo sacando prontitud, temple y son. Se le pidió la vuelta al ruedo, y fue fuertemente ovacionado en el arrastre. El Juli lo bordó con él, especialmente en el toreo al natural, con muletazos larguísimos, encajados y de mano rastrera. Mató de estocada entera, un punto trasera, y por eso tardó en doblar el animal, del que el madrileño paseó feliz una oreja de ley.
Pablo Hermoso de Mendoza fue silenciado con el
toro de Hermanos Sampedro que abrió plaza. El rejoneador estellés anduvo
correcto con él en una labor que nunca tomó vuelo ni acabó de calentar a
los tendidos. Clavó a lomos de Manolete, Viriato y Pirata, con el que
dejó cortas y mató de un rejonazo.Una oreja cortó del cuarto, un ejemplar con más movilidad y de mejor juego para el caballo. Lo recibió con Churumay, clavando banderillas con Disparate y Dalí y cerrando con cortas -dejó un gran par a dos manos con ellas- a lomos de Pirata. Los galopes a dos pistas y las piruetas hicieron también las delicias del público, que le premiaron tras matar de un rejonazo en el sitio.
Albacete, 10 de septiembre de 2013. Toros de Hermanos Sampedro (1º y 4º), para rejones, y Daniel Ruiz
(2º, 3º, 5º y 6º), para lidia a pie. Bien presentados, manejales, de
buen juego, especialmente los jugados en tercer, quinto y sexto lugar.
Este último -Pescadero, nº 66, 530 kilos, negro, nacido en 01/09-, fue
indultado. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, silencio y oreja; El Juli, oreja con petición de la segunda y oreja; y Miguel Ángel Perera, oreja y dos orejas simbólicas tras indulto. Entrada: Lleno. Destacaron con las banderillas Álvaro Oliver en el segundo y Joselito Gutiérrez en el tercero.
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