Talavante saluda la única ovación de un festejo condicionado por el muy deslucido comportamiento del encierro de Juan Pedro Domecq
Víctor García-Rayo
Morante y Juli, silenciados en sus respectivos lotes.Una muy deslucida corrida de Juan Pedro Domecq ha dado al traste con las ilusiones de toreros y aficionados esta tarde en Sevilla. Sólo Alejandro Talavante saludó una ovación tras lidiar al tercero, el único astado que desarrolló cierto fondo y permitió algo más el lucimiento. Se estrelló la terna con el resto y hubo cinco silencios al término de sus faenas.
Morante de la Puebla fue silenciado tras lidiar al toro que abrió plaza, un juampedro desfondado y sin raza que no le permitió el lucimiento en la faena de muleta. Con el capote, sin embargo, sí pudo lucirse de salida a la verónica, rematando el saludo con una buena media. Luego, el toro resultó ser un marmolillo y el sevillano abrevió con él. Se repitió el episodio en el cuarto, al que cuidaron y mimaron en el caballo pero llegó al último tercio sin recorrido, sin pasar nunca y muy parado. Imposible el lote de Morante, que mató de casi media y un descabello y fue silenciado de nuevo.
El segundo fue un calco del primero, otro toro igual de aplomado en el último tercio que puso las cosas imposibles a su matador, El Juli. El madrileño toreó muy bien en el recibo capotero con lances a pies juntos ganando terreno hasta el centro del platillo, pero poco a poco fue parándose el toro, al que tumbó de un espadazo casi entero. Fue silenciado. Lo único destacable de la lidia del quinto fue el quite que Morante realizó al banderillero Santi Acevedo en un momento de apuro. El Juli, resolutivo en las verónicas de saludo, se estrelló con el deslucido comportamiento de su antagonista, que no quiso embestir. Esperando, midiendo y escarbando, anduvo el animal siempre detrás de la mata y fue despenado de media estocada y descabello. Fue de nuevo silenciado.
El tercero fue devuelto a los corrales por su manifiesta endeblez. Tenía clase y calidad, pero apenas entró al caballo se vio que no podía con su alma. En su lugar salió un sobrero del mismo hierro que cambió el discurrir de la corrida. Tuvo movilidad, fijeza y buen fondo el juampedro -especialmente por el pitón derecho- aunque hubo de ir sacándoselo el torero. El extremeño fue haciendo al animal, que era algo más violento por el lado izquierdo y tuvo el defecto de escarbar. Faena aseada del torero, que mató de buena estocada. Se pidió sin excesiva fuerza una oreja y todo quedó en ovación. El sexto se movió algo más que sus hermanos pero quedó todo en un espejismo. Duró algo más, pero aun así fue muy poco y acabó desarrollando sosería sin querer pasar y sin dejar hacer faena. Talavante concluyó con él de una estocada contundente. SEVILLA. Domingo, 29 de septiembre de 2013. Tercer festejo de la Feria de San Miguel.
Toros de Juan Pedro Domecq (3º bis) y Parladé. Muy deslucidos salvo el 3º bis, que tuvo buen fondo. MORANTE DE LA PUEBLA, silencio en los dos; EL JULI, silencio en ambos; ALEJANDRO TALAVANTE, ovación tras petición y silencio. Entrada: Lleno de "No hay billetes". Destacó picando al primero Aurelio Cruz.
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