El opus 23 de la obra de André Viard, ya en los kioskos
APLAUSOS
Bajo el título Antonio Pérez, El Brujo de San Fernando nace
el opus número 23 de Tierras Taurinas. A lo largo de dos siglos, en un
perímetro comprendido entre San Pedro de Rozados, Matilla de los Caños
del Río y Aldehuela de la Bóveda, varias dinastías camperas se
entremezclaron hasta dar con el equilibrio ideal, cuando en Continos se
realizó el "cruce" fundamental entre Antonio Pérez Sánchez y Jacoba
Tabernero García.
De esta unión nació Fernando Pérez Tabernero, patriarca de la dinastía ganadera más importante que ha conocido el Campo Charro, y padre del que llamarían muy pronto el "Brujo de San Fernando", Antonio Pérez-Tabernero Sanchón, así como de sus hermanos Argimiro, Graciliano y Alipio, todos ganaderos de relumbrón.
Con los murubes portugueses de Gama primero, y luego con los berrendos de Vicente Martínez, Antonio Pérez "de San Fernando" inventó el oficio del ganadero moderno y triunfó en la primera línea durante medio siglo.
Si los toros procedentes de su primera aventura, conocidos como los de AP, se han alejado de las grandes ferias, los que nacieron de la segunda, después de un largo eclipse, están a punto de recuperar su sitio, bajo la denominación de Montalvo, merced a la inteligente y apasionada labor de uno de los nietos de don Antonio: Juan Ignacio Prérez-Tabernero Sánchez, ganadero por los cuatro costados, puesto que también desciende de de las casas de Montalvo, famosa en el siglo XIX por sus vazqueños, y Sánchez y Sánchez, igualmente popular gracias a ss vazqueños de Trespalacios.
De esta unión nació Fernando Pérez Tabernero, patriarca de la dinastía ganadera más importante que ha conocido el Campo Charro, y padre del que llamarían muy pronto el "Brujo de San Fernando", Antonio Pérez-Tabernero Sanchón, así como de sus hermanos Argimiro, Graciliano y Alipio, todos ganaderos de relumbrón.
Con los murubes portugueses de Gama primero, y luego con los berrendos de Vicente Martínez, Antonio Pérez "de San Fernando" inventó el oficio del ganadero moderno y triunfó en la primera línea durante medio siglo.
Si los toros procedentes de su primera aventura, conocidos como los de AP, se han alejado de las grandes ferias, los que nacieron de la segunda, después de un largo eclipse, están a punto de recuperar su sitio, bajo la denominación de Montalvo, merced a la inteligente y apasionada labor de uno de los nietos de don Antonio: Juan Ignacio Prérez-Tabernero Sánchez, ganadero por los cuatro costados, puesto que también desciende de de las casas de Montalvo, famosa en el siglo XIX por sus vazqueños, y Sánchez y Sánchez, igualmente popular gracias a ss vazqueños de Trespalacios.
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