Páginas

miércoles, 2 de octubre de 2013

CARLOS ROSALES DEFENSOR DE LOS AFICIONADOS MERIDEÑOS EN CARTA PUBLICA A LA DEFENSORA DEL PUEBLO

Fotografía
Carlos Rosales Defensor de los aficionados taurinos de Mérida, Venezuela

Licenciada Gabriela del Mar Ramírez.
Defensora del Pueblo.
Miembro del Consejo Moral Republicano


En apoyo a las Escuelas Taurinas de Venezuela

El Objetivo de nuestras Escuelas Taurinas es formar personas de provecho para el futuro, es por esta razón que una de las condiciones para ingresar en una Escuela Taurina venezolana es que el alumno esté motivado por el deseo de ser torero, que cuente con el apoyo de sus padres ó representantes, que tenga y mantenga un buen rendimiento académico y un comportamiento ejemplar.


La preparación de los toreros es intensa y sacrificada, es una formación integral, en la cual es determinante reforzar en el aspirante valores como el respeto, la disciplina, el esfuerzo, el compañerismo y la responsabilidad.


Se requiere de mucho sacrificio y constancia para alcanzar las metas. Dentro de las Escuelas Taurinas no todos llegan a ser toreros, se forman subalternos, banderilleros, picadores, apoderados, aficionados, entre otros.


En Venezuela tenemos la gran ventaja de contar con personal altamente capacitado en el arte y con el interés de prepararse cada día mejor, dispuestos a formar nuestros jóvenes toreros, que trabajan con amor y pasión sólo con la ilusión y la seguridad de hacerlo bien, la mayoría de las veces de manera voluntaria, sin más remuneración que llevar a los niños por el camino del bien, son hombres y mujeres que han dedicado su vida a los toros y pueden entender perfectamente el sentimiento de nuestros hijos; ellos cuidan, apoyan y enseñan a los jóvenes el arte de los toros con el máximo respeto y consideración, pero con la seguridad de guiarlos positivamente para que logren alcanzar sus sueños.
Un alumno y un maestro de la Escuela Taurina, además de impecable rendimiento, llevan una vida sana y ordenada,  deben tener excelente condición física que sólo la consiguen entrenando con mucha dedicación, para esto es determinante  no fumar, no consumir drogas ni bebidas alcohólicas.
Los alumnos de nuestras Escuelas Taurinas dedican su tiempo al deporte, al estudio y a su preparación.


Ser torero es simplemente una pasión… ¡¡se es o no se es!! No podemos cambiar los sueños de nuestros niños, si quieren ser toreros no debemos ponerlos en una escuela de pintura, ó de música ó de cualquier otro arte… ¡¡estos quieren ser Toreros!!


¿Por qué no? ¿Por qué tienen que buscar sus sueños en otros países? En Venezuela tenemos los recursos para formarlos integralmente, tomando en cuenta que ninguna oportunidad de educación debe ser discriminada.


Los toreros son hombres y mujeres de bien, no andan en drogas, juergas ni vicios; llevan una vida sana y sacrificada, llena de esfuerzo y constancia.


Ejemplos hay muchos, niños que desviaron su camino en determinado momento y su pasión los salvó, llegando a ser grandes figuras taurinas.


Las Escuelas Taurinas no solo forman a los alumnos en el arte y la cultura taurina, también unen a las familias, se estrechan lazos de amistad y de solidaridad que perduran en el tiempo.


Estos venezolanos quieren ser toreros. Son niños, son jóvenes, son hombres y mujeres valientes que tienen derecho a ser lo que elijan. Nuestro deber es ayudarlos y apoyarlos.


Igual harán brillar el nombre de nuestro país como tantos venezolanos ya lo han hecho; serán extraordinarios embajadores de Venezuela en el mundo… ¡¡Serán Toreros, serán Grandes Toreros!!


Carlos Rosales.  
V-5.448.661

No hay comentarios:

Publicar un comentario