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martes, 10 de diciembre de 2013

Fiesta de toros del sureste mexicano

Laureano de Jesús Méndez Uh, otra historia más de un soñador de ilusiones que pierde la vida en Yucatán

Israel Victoria . Toros en el Mundo
Una vez más, las tradicionales ferias de los municipios y comisarias del Estado de Yucatán se pintan de rojo, y están de luto. El lamentable hecho ocurrió el sábado por la noche y fue apenas el domingo cuando se dio a conocer, ya que llegó la viuda a identificar el cuerpo del infortunado matador Laureano de Jesús Méndez Uh, un joven torerillo de la legua y con apenas 29 años de edad, ha fallecido en la comisaría de Xuilub, Valladolid a consecuencia de una grave cornada en el rostro que le daño el ojo derecho y le perforó el cráneo, causándole graves heridas que propiciaron el deceso del joven.

Como siempre se ha mencionado, la Fiesta de toros del sureste mexicano se vive de manera diferente al resto del territorio mexicano y del mundo taurino.

Ahí por esas tierras de nadie, existen jóvenes con ansias de novilleros, y para su desgracia, sólo pueden llegar a torerillos de ferias poco conocidas (sin ningún rigor de la reglamentación que existe en la Fiesta... ni alternativas ni nada); esas ferias donde el toro toreado hace presencia y que en sus lomos llevan ya un buen record de apariciones en el ruedo.

Lo peor del caso, es que en esas comisarias, si bien les va, únicamente existen ambulancias de traslado que no cuentan con lo mínimo necesario para atender una cornada de esta magnitud. Muchas veces, con unos tragos y otras con el uso de ciertas drogas, estos torerillos se juegan la vida por unos cuantos pesos para el sustento de su familia.

Los sueños de grandeza ahí quedaron para Laureano, quien a su manera -sin tecnica ni sentido del toreo- y como suelen hacerle a los toros toreados, se encontraba realizando unos lances con el capote a un toro con varias corridas y al salir de la suerte, el joven por descuido se confió, perdiéndole la cara y el astado lo levantó por los aires, causándole una herida mortal.

Todavía con vida, el torero fue trasladado como se pudo, en la cajuela de un vehículo particular hasta el Hospital General de Valladolid, pero debido a la distancia entre el lugar del percance y la ciudad, no alcanzó a ingresar y falleció a las puertas de la clínica.

Ojala y esto sirva, para que las autoridades tomen cartas en el asunto y regularicen este tipo de espectáculos.

Laureano era originario de una comisaria con alta marginación del municipio de Peto y acudió al llamado de la necesidad para salirle a ver la cara al patas negras, ese, que ha aprendido más que los torerillos, a pesar de llevar posiblemente menos apariciones que el soñador de ilusiones.

Desde este medio, le enviamos las condolencias a su viuda y demás familiares por irreparable pérdida.
Descanse en Paz, Laureano de Jesús Méndez Uh, un joven que como muchos, seguramente llevo en vida la ilusión de ser una figura del toreo.

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