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sábado, 8 de febrero de 2014

Manuel Escribano triunfa en su reaparición en la Feria de Valdemorillo

andrés amorós

Corta dos orejas y sale a hombros con David Mora

Manuel Escribano triunfa en su reaparición en la Feria de Valdemorillo
PALOMA AGUILAR
Manuel Escribano arriesgó y repitió el par por dentro con el que sufrió en septiembre una grave cornada

 
Manuel Escribano triunfa en su reaparición, corta dos orejas al cuarto en la Feria de Valdemorillo y se gana la sustitución de Alberto Aguilar este domingo. Le acompaña en la salida a hombros David Mora, con una oreja de cada uno. A los toros de Luis Algarra les sobra nobleza pero –como a tantos, ahora– les falta fuerza y casta.

A sus dos toros los recibe Escribano a portagayola, pone banderillas. En el primero, bien armado, bizco, que se apaga, está fácil, seguro, logra muletazos con temple y mata con decisión, a la segunda: petición. En el cuarto, que sale alegre, vivimos el momento de mayor emoción de la tarde: cita para el tercer par, sentado en el estribo, y quiebra en tablas, con gran riesgo. Así sufrió su gravísima cornada. Con este alarde, el diestro ha despejado todas las dudas. Luego, engancha bien al toro, liga muletazos mandones, de mano baja, y mata de un espadazo: dos merecidas orejas.
 
Manuel Escribano triunfa en su reaparición en la Feria de Valdemorillo
p. aguilar
Mora y Escribano, a hombros
En el segundo, muy flojo, David Mora traza verónicas y muletazos con gusto, cuidándolo, casi como si fuera al carretón. Al hilo de las tablas, buena estocada: primer trofeo. Se esfuerza en el quinto, obligándolo, con entrega, hasta que el toro se cansa de embestir. Otro espadazo y otra oreja.

El tercero es demasiado flojo y soso, se para a mitad del muletazo. Arturo Saldívar se muestra decidido pero la sosería del toro aburre. Mata alargando el brazo. El último es el menos claro, no se entrega. No se arruga el mexicano pero la faena, larga, es desigual y pincha.

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