andrés amorós / sevilla
efe
|
Casi llen en la Real Maestranza en la corrida del Domingo de Resurrección
Es novedad que los toros de Miura abran el abono: casi se llena la Plaza pero las reses, de gran presencia, sacan muchas complicaciones. Manuel Escribano y Daniel Luque salvan la papeleta con dignidad y valor pero no pueden lograr faenas artísticas.
El veto de cinco figuras a la Plaza de Sevilla les
ha excluido de esta corrida: para muchos, la más hermosa del año. Ellos
sabrán lo que ganan y lo que pierden, con esta decisión. «Con muchísimo
respeto» –como dice Pedro Crespo, el calderoniano alcalde de Zalamea–
hay que recordar que no es lo mismo lidiar toros de Juan Pedro y de Zalduendo, eludiendo, además, el sorteo, que enfrentarse a toros de Miura. No puede ser lo mismo.
Con la ilusión de siempre, acudo a la Plaza de los Toros de Sevilla, que es, esta tarde, el «ombligo del mundo» taurino.
La empresa ha recurrido a una jugada imaginativa: trasladar a esta
fecha la corrida de Miura, que tradicionalmente cerraba la semana de
farolillos, y montar un mano a mano con dos diestros sevillanos (uno
de ellos, Escribano, máximo triunfador de la pasada Feria), recibidos
con una ovación, después del paseíllo. (No ha habido ninguna
manifestación en contra).
Escribano no regatea esfuerzos
No ha regateado esfuerzos Escribano, toda la tarde: en los tres, ha acudido a portagayola y ha banderilleado con exposición, tragando mucho. En su primero, manejable, ha cometido algunos errores técnicos:
comenzar con un pase cambiado (casi se lo lleva por delante); prolongar
la faena cuando el toro ya no la admite; concluir con manoletinas,
contribuyendo a que el burel levante la cabeza. Quizá por esto último,
ha tardado en matar.
Al recibir de rodillas al tercero, sale rodando y de milagro se libra de un percance.
El toro levanta las tablas de tres burladeros pero luego flaquea, sale
andando, se duele, queda muy corto. No es posible el lucimiento y vuelve
a fallar con la espada.
En el quinto, Manuel arriesga mucho en banderillas:
en el primer par, el toro le quita una hombrera. El tercero es un
quiebro apuradísimo, saliendo del estribo. Aguanta al natural, con
mérito, pero la res no tiene ni medio pase. Le piden que lo mate y logra
una estocada de efecto fulminante.
Lidia Daniel Luque su primera corrida de Miura y no tiene fortuna. El segundo luce un hermoso pelo sardo. Logra el diestro verónicas muy lentas,
con buen estilo, y una bella larga. En la muleta, el toro no da juego:
por alto, es soso; por bajo, se cae; pronto, se raja. Mata con rapidez.
Durante la lidia del cuarto, cae una tromba de agua. El toro embiste a saltos, se orienta, es una alimaña. Daniel se muestra muy seguro con la espada.
En el último, también complicado, saluda Curro Robles, en banderillas. Luque se dobla, le aguanta, le saca lo que puede; al final, se pelea con él y mata con eficacia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario