El encierro de Los Chospes resultó completo para un triunfo que no llegó
Le perdonó el primero a Borja
cuando perdió el trapo tras la portafolios, y luego le humilló en línea
recta en las verónicas de saludo. Compitió en quites con Soler; más
templado aquel, con más ajuste un Álvarez que tuvo
asiento para conducir la embestida franca y a más del buen Castaño. Y
vaya si fue bueno. Enclasado y repetidor, fue tomándola con ritmo ante
un novillero acoplado y dispuesto al que le cayó baja la espada.
Otra vez a la puerta se fue Borja
en el cuarto, con otra larga en el tercio y animistas verónicas de
disposición que le tomó con brío el largo torete. Tuvo decisión el
novillero, al que le afearon el trasteo los enganchones iniciales hasta
que se la dio por abajo y se la dejó puesta para que la tomase con
transmisión el de Los Chospes. Fue una tanda, porque tras un desarme
volvió a buscarlo Borja sin los mismos resultados. Lote para el triunfo
que no encontró el chaval.
También Vicente Soler
se fue a pasar el fielato de la puerta, pero estuvo mejor a la verónica,
esperando con fe y valor la áspera llegada del negro segundo. con
discreción cumplió Soler en banderillas, y sobó con desconfianza las
ararrancadas sin gracia ni clase como si fuera el funo el mismo Belcebú.
Quiso abreviar, pero se atascó con la espada antes de escuchar
silencio.
Soltura y facilidad tuvo Soler
en las verónicas del saludo al quinto, al que recibió sin probaturas y
lanceó hasta abrochar con dos medias en el platillo. Cierta brillantez
en la ejecución tuvo el tercio de banderillas. Con cambiados de ajuste
en los medios calentó un inicio q tuvo continuidad con una tanda diestra
de limpieza y ligazón. Novillo de reventar Madrid, fue la mano derecha
la que voló poderosa para embarcar la embestida rebosada y fija del
animal. Soberbios algunos derechazos. Monumental uno de pecho. Tuvo
sabor el final, rematado con airosa firma. Pinchó, pero cayó la oreja
tras la media estocada posterior.
Muy verde fue la primera impresión de David González
en Las Ventas, precavido y sin asiento en el saludo al tercero. Con la
muleta fue un torero distinto: seguro, puro y valeroso el madrileño,
asentó el talón, trazó tan largo como pudo y porfió con criterio y
exposición a la dormida espera del animal. Lo mató de estocada y escuchó
silencio.
Inseguro y a merced estuvo de nuevo González
con el capote ante el sexto, más bruto, con el que se agarró en gran
puyazo Pedro Iturralde. Pero no mejoró demasiado en la muletazos, que no
le encontró la distancia ni el trato al negro toro, desclasado pero
embestidor y agradecido.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Las Ventas. Novillada. Un tercio en los tendidos. Utreros de Los Chospes,
bien presentados. Enclasado y repetidor el buen primero, aplaudido;
áspero y bruto el deslucido segundo, pitado; reservón y a menos el
tercero; con transmisión y poder el cuarto; enclasado, fijo y con chispa
el gran quinto, ovacionado; repetidor sin clase el sexto.
Borja Álvarez (turquesa y oro): palmas y silencio tras dos avisos.
Vicente Soler (fucsia y oro): silencio y oreja.
David González (celeste y oro): silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
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