Raúl Martín Burgos,
de Leganés, sabe ya lo que es abrir las Puertas Grandes de Madrid y
Sevilla. Embiste con nobleza el primer toro. Se luce en los pares al
violín con «Uruguay» y clavando a dos manos con «Sol».
Rui Fernandes lidia con temple, con «Quiebro»; con «Único» se adorna con piruetas, en la cara del toro.
Mariano Rojo, de Cadalso de los Vidrios, confirmó
en San Isidro, hace un año, cortando oreja. El tercero es el de más
peso, 627 kilos, pero se mueve. El tordo «Goya», su estrella, emociona
al galopar de lado.
Moura Caetano,
hijo de Paulo Caetano, «Señor del toreo portugués», realiza una faena
técnica y entusiasta, deslucida por la flojedad del toro. Brilla con
«Temperamento» en quiebros y llevándolo prendido a la grupa.
Joao Moura es
el hijo del mítico «Niño Moura». Hace poco, desató las iras de los
antitaurinos lusos. Se muestra fácil y seguro al clavar. Con «Jaque
Mate», da verdaderos «muletazos».
Francisco Palha,
primo de los Telles (una familia con seis rejoneadores), es discípulo
de Diego Ventura. Sufre una peligrosa caída con «Ordóñez» y hace vibrar
al público, en una faena entusiasta.
El resumen es el título de la clásica película de Frank Capra y James Stewart, en plural: «Caballeros sin espadas».
No hay comentarios:
Publicar un comentario