El empresario destaca la presencia por partida doble de Perera y Talavante mientras pone como único lastre la ausencia de Ferrera
Carlos Zúñiga junto a su padre en la madrileña plaza de
toros de Las Ventas
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Madrid.
El próximo 11 de agosto comienza la
Feria de Nuestra Señora de Begoña en Gijón. Siete tardes con
la presencia en directo, por primera vez en sus 125 años de historia, de las
cámaras de televisión. Con el ambiente enrarecido aún por la prohibición de
realizar una clase práctica para niños en la playa con el torero Miguel Ángel
Perera, el empresario del coso asturiano, Carlos Zúñiga hijo, repasa todo el
ciclo.-A cuatro días del inicio, ¿cómo van los preparativos?
-Muy animado. Dando los últimos retoques a la imagen de la plaza, que va a quedar muy bonita. El tiempo creo que nos va a acompañar también. Con la ilusión de que sea una feria cargada de éxitos, tal y como la hemos planteado. En cuanto a la renovación de abonos y venta de entradas, estamos dentro de las mismas cifras que el año pasado. La crisis siempre está presente pero Gijón, gracias a Dios, es una feria bastante consolidada, tenemos un aficionado muy fiel y lo va a demostrar un año más.
-¿Qué destacaría de esta Feria de Begoña de Gijón?
-Es una feria en la que hay de todo, para todos los públicos y para todos los gustos. Por encima de todo destaca la presencia del máximo triunfador de la Feria de San Isidro como es Miguel Ángel Perera, nada más y nada menos que dos tardes. Para nosotros, un gusto, un placer y una suerte que Perera elija Gijón para repetir. No es el primer año porque hace tres o cuatro temporadas hubo otro doblete del extremeño. Hay que resaltar las dos tardes de (Alejandro) Talavante también. Creo que la presencia de la mayor parte de las figuras del escalafón hace que la feria tenga un elenco artístico de gran nivel.
-Siguen apostando por las corridas mixtas.
-Es un tipo de corrida que instauramos hace seis o siete temporadas y creo que, con acierto, el público ha recibido muy bien estos festejos. Asturias es una región con mucho predicamento animal, al vacuno y al equino. De hecho, Gijón celebra todos los veranos un importante concurso hípico. Nos hemos planteado en alguna ocasión incluso hacer una corrida de rejones. Veremos si en el futuro cuaja.
-¿Qué criterios siguen en la elaboración de los carteles?
-Son los aficionados los que nos han marcado los criterios con el tiempo. Sin duda, hay tres o cuatro premisas fundamentales: tres carteles de figuras, un cartel de gente joven y la novillada. A partir de ahí, ya empiezan a encajar las piezas. Seguimos las pautas del escalafón, jóvenes promesas, toreros triunfadores en esta plaza años atrás y el gusto del público en general. También he de decir que en los últimos ha formado parte del elenco una corrida torista.
- Hablando de corridas toristas, repiten Javier Castaño y La Quinta tras la gran tarde del año pasado.
-La pena es que no hayamos podido contar con Antonio Ferrera. Hizo más que méritos para estar en esta feria. Los tres, tanto La Quinta como los dos toreros, nos brindaron una tarde memorable. Las cosas no son como uno a veces quiere. Me hubiera encantado poder contar con Ferrera. Es el único lastre que le pongo a esta feria. Pero la plaza está aquí y Ferrera si Dios quiere volverá, si es de su agrado.
-Es la primera vez que televisan la Feria de Begoña. La presencia de las cámaras favorece al aficionado pero, ¿acerca o aleja al público?
-Vamos a probar. En este sentido, no hemos llevado las pautas de una empresa habitual; no hemos hecho demasiados números. Es una feria muy bonita donde, toquemos madera, embisten muchos animales y los toreros logran faenas muy buenas. Queremos que sobrepase la frontera de Gijón y de Asturias, y qué mejor escaparate que las cámaras de Canal Plus que tanto apoya la Fiesta y en este caso nos ha tendido la mano.
-¿Cómo han vivido la prohibición de la clase práctica que iba a dar Miguel Ángel Perera a los niños en la playa?
-Nosotros éramos unos meros colaboradores de una empresa a la que se le ocurrió esta idea, creo que muy acertadamente. Hemos de tener libertad para ver toda clase de espectáculos, en este caso por supuesto incruento. Me duele que no se lleve a cabo. Es una pena pero tampoco voy a ir en contra de unas normas municipales, las cuales acato rigurosamente en lo que a mí me atañe.
-¿Cree que va a repercutir de alguna manera en los tendidos?
-Debería repercutir positivamente. El verdadero
aficionado tiene que arrastrar en masa a su gente, a todos sus familiares, a
todos sus amigos, para que la feria siga teniendo la fuerza que ha logrado
estos años. Ni mucho menos creo que sea motivo para debilitarlo sino todo lo
contrario.
-Se trata de un público muy frío pero que cuando rompe y entra en una faena los «olés» suenan de una manera especial. El público del norte es especial porque no ve todos los días o todas las semanas toros en directo como pueda ser el del centro, las dos castillas o Andalucía. Ve toros una vez al año, en la feria de cada ciudad y vive la fiesta como lo que es: un espectáculo ancestral, de riesgo y al que sin duda van a pasarlo bien, divertirse y crear afición.
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