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martes, 30 de septiembre de 2014

Iván Vicente: “La única plaza que puede cambiar mi vida es Madrid”

El madrileño, después de dos años sin vestirse de luces, ha sellado una campaña de triunfos con seis volandas en seis paseíllos

MARCO ANTONIO HIERRO, Madrid

Iván Vicente cuenta esta temporada por triunfos. Seis paseíllos ha trenzado de luces y sendas puertas grandes ha conseguido. "Si, de luces o de corto. Cada tarde que actúo, desde que comencé en El Escorial, todos los días he tenido triunfos rotundos".

Se le ha podido observar, asimismo, una madurez que no sólo la da la edad, sino la necesidad de que el toreo salga y se exprese de alguien que lo siente hasta lo más profundo de su ser. "El pasado 28 de agosto hizo dos años desde que no me vestía de luces, los he pasado toreando apenas cinco festivales, pero el tiempo no ha pasado en blanco, sino que ha servido para cuajarme como torero y como persona. Estando parado tienes mucho tiempo para pensar sobre tu futuro y sobre tu profesión...y la consecuencia de todo esto se ve en la plaza. Este año he podido reflejar perfectamente el momento en el que me encuentro".

Y es que Iván Vicente no sólo habla en público, sino que el campo es fiel testigo de su evolución. A pesar de no actuar en carteles estivales, el madrileño sabe que debe aprovechar cada oportunidad que le ofrecen delante de un animal bravo. "A día de hoy, lo que ha cambiado en mí es la forma de afrontar mi profesión. Intento disfrutar al máximo cada día que toreo y estoy más responsabilizado de todo".

Para cualquier apasionado de su profesión, un sistema que lo trata así sería motivo de rencor o ira. No para un torero, y menos para Iván Vicente. Es, por tanto, que el sistema lo haya tratado así, una razón más para amar su profesión de forma más profunda. "No sirve de nada, porque sería revelarnos contra nuestra propia vida...y hay que tomárselo al contrario, pues los momentos malos te sirven para reflexionar, pensar, aprender, seguir creciendo y afrontar todo con mayor ilusión".

Tras estas actuaciones positivas, Iván Vicente ha dado fiel reflejo de lo que ha vivido a lo largo de todos estos años. Al interrogarle sobre si ha podido llegar a aburrirse, Vicente es claro: "Aburrirme no, pero pensar muchas cosas sí. Nunca he pensado en abandonar, pero ha sido mucho tiempo. En dos años ves a tus compañeros torear, a los nuevos torero debutar... incluso tenía preparada mi presentación México, pero estando allí se canceló la corrida. Pero todo eso también me sirvió, haciéndote pensar las cosas. Además México me ha dado mucho, pues he acompañado a mi gran amigo Fernando Ochoa. Ha sido muy positivo mi viaje a aquel país, haciendo campo con un torero como él, conociendo a muchísima gente y conociendo el otro lado de las cosas".

Y, entretanto, Iván Vicente llega a La Adrada como si nada, se viste de luces, le planta su muleta a la corrida y triunfa de forma rotunda. "Fue la primera corrida después de dos años, pero te aseguro que ha sido la tarde que más tranquilidad he tenido en mi carrera. No me quedó nada dentro, y eran tantas las ganas de expresarme que sólo pensaba en disfrutar".

Su idea es entrar en los circuitos, y empezar otra vez a sonar y a triunfar para meterse en el gran camino del éxito, pero para ello, sólo hay una vía: Las Ventas. "La única plaza que puede cambiar mi vida es Madrid. Llevo sin ir allí cuatro años, y no estando anunciado en Madrid los empresarios han desconfiado de mí. Este año he toreado seis corridas de toros, cinco festivales y creo que la empresa debería verlo oportuno. La idea es ir cuanto antes e intentar enfocar la carrera allí".

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