Juan Ortega: "Ponce me pidió mucho respeto a mi nueva profesión"

El ya nuevo matador de toros cordobés habla para Cultoro tras su alternativa en Pozoblanco

MARCO ANTONIO HIERRO

Juan Ortega ya es torero. Consiguió su sueño el pasado sábado en la emblemática plaza de Pozoblanco, treinta años después de que el maestro Francisco Rivera "Paquirri" perdiera la vida a manos de "Avispado". Él, un cordobés de a pie con el veneno del toreo, comenzaba su vida ese mismo día tres décadas más tarde. "Pozoblanco es una plaza que, a pesar de la desgracia del maestro Paquirri, también está llena de carisma. Es una plaza muy coqueta, muy bonita, y personalmente tengo una anécdota curiosa en ella: la primera vez que fui a los toros, fue en Pozoblanco, y fui a ver a Enrique Ponce", afirma lleno de emoción el ya nuevo torero andaluz.

Fue de sus propias manos de las que tomó los trastos con un abrepalza de Zalduendo que no se entregó por su falta de fortaleza. Frente a él, y atestiguando el momento, se encontraba el alicantino José María Manzanares en, sin duda, uno de los momentos más emotivos de toda la temporada andaluza. Sobre las palabras que el torero valenciano le dijo, Ortega afirma que "fueron muchas, pero la que más ilusión me hizo fue que me pidiera por favor respetar mucho la profesión, que la tomara en serio".

Sobre el cartel, el torero cordobés es claro: "Fue un sueño, pues son dos leyendas vivas del toreo y uno desde niño sueña con estar en ese tipo de carteles. Me sentí el hombre más afortunado del mundo".  No logró el triunfo rotundo frente a su primero, pero sí que logró desorejar a un cierraplaza de Zalduendo que tuvo más fuerza: " La tarde al principio se puso un poco cuesta arriba, y justamente empezó a llover mucho. No quería que aquel día se nos fuera de las manos. No me podía quedar atrás".