La frescura de Román sale a hombros de "La Chata"; cortan una oreja Miguel Tendero y Pepe Moral, que ofreció una dimensión de torero cuajado
JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO, Albacete
Cuestión de olvidados y cuestión de encuentros. Lo fue un jovencísimo Román de novillero cuando dos veteranos le ofrecieron ser torero; lo estuvo Moral en una Sevilla enamorada del romance con el de la Maza; lo padeció un Tendero que, aún con una oreja venteña entre sus manos, veía cómo pasaban las fechas. Hoy se encontraron en Albacete y descubrieron sus comunes: el Tendero solvente, el Moral cuajado y el Román impactante. Fueron tres pequeñas historias fusionadas en una gran oportunidad. Y fueron lo que son: toreros de pies a cabeza.
Ya tenía entre sus manos una oreja Collado cuando el sexto apareció por la esquina de "La Chata" con el freno de mano prendido de inicio. No lo echó Román ni en el ajustadísimo quite por chicuelinas citando al toro desde el centro del redondel ni en un comienzo muleteril que prendió de emoción el final de una corrida que bien merece Albacete. Fue entonces cuando la garra perdida del de Jandilla la obvió el valenciano, llamando a las puertas de su propia garra y honrando al concepto en el que creyeron sus apoderados -cuán olvidado se hallaba-. Una oreja se llevó al esportón de la ilusión y una Puerta Grande a la historia manchega.
De embestida más monótona era un tercero al que Román fue hilvanando muletazos con meros aplausos al final de cada tanda en los tendidos. No caló entre los aficionados el ímpetu del joven torero en los primeros compases de la faena, pero terminó por entrar en Albacete en un final con el de Jandilla a medio viaje y el valenciano a viaje entero de ilusión. Se desplantó ante el toro y logró momentos de emoción. Cerró por manoletinas antes de dejar una estocada en todo lo alto que sólo por sí sólo valió la oreja y tumbó al de Jandilla.
Muy cerca se pasó Pepe Moral a un segundo que se lo puso fácil: supo acoplarse a la embestida del noble de Jandilla y le imprimió muchísimo gusto a cada uno de lso muletazos por ambos pitones que le ofreció.
Sobre todo se gustó al natural, sonsacando bellísimos momentos por el pitón izquierdo. Fue una auténtica faena de sello la que dejó el sevillano, sorprendentemente, sin que tuviera la repercusión justa en los tendidos. Falló con los aceros cuando el de Jandilla lo prendió por el pecho en el primer encuentro para derribarlo contra la arena y prenderlo de nuevo al entrar a matar por segunda vez. Afortunadamente, todo quedó en un doble susto antes de dar la vuelta al ruedo. Muchísimo temple imprimió el de Los Palacios ante un cuarto que echó el freno de mano desde el comienzo de faena. Brindó a Manuel Caballero, empresario del coso manchego en agradecimiento por su contratación tras el triunfo de Sevilla, y a partir de ese momento ofreció una dimensión de torero cuajado y serio. Fue depurando muletazos conforme iba embeniendo y dominando la embestida del de Jandilla, ya parado completamente en el ecuador del trasteo.
Un auténtico espadazo le propinó tras los gustosos muletazos como epílogo, lo que le confirió la oreja.
Con dos largas recibió Tendero a un abreplaza que embistió con alegría de inicio y humillando a su capote: dos largas de recibo, un galleo por chicuelinas y un voluntarioso -más que templado- quite a la verónica preludiaron el primer acto en "La Chata". Fue derivando en transmisión esa misma humillación para que Tendero derrochara ganas por abandonar el (casi) dique seco en cada tanda: se le sumó la nobleza al de Jandilla y supo Miguel aprovecharlo especialmente por el izquierdo. Selló naturales encajados en la tanda que hizo ecuador del trasteo, antes de que perdiera las manos el toro y fue en ese momento cuando comenzó a dejarse llevar el manchego...y comenzó a torear bien también por el derecho. En los finales.
Rompió muy bien por abajo el cuarto en el inicio de faena de Tendero y le imprimió gusto Miguel en ese comienzo muleteril, pero fue derivando el de El Cortijillo en exigencia en su embestida. Tuvo que aguantar el albaceteño tirones, viajes a ralentí (pero el con la embestida despaciosa de los inciertos) y parones en los que debió tragar saliva el joven manchego. Desistió, tras varios desplantes, y tras un pinchazo dejó una estocada muy baja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Albacete. Primera de la Feria de la Virgen de los Llanos.
Cinco toros de Jandilla (1º noble, a más; 2º obediente; 3º de alegre tranco pero parado; 5º aplomado y 6º con el freno de mano echado) y uno (el 4º) de El Cortijillo (descastado).
Miguel Tendero (lila y oro), oreja y
Pepe Moral (grana y oro), vuelta al ruedo y oreja.
Román (berenjena y oro), oreja y oreja.
Saludó Javier Perea tras parear al abreplaza.
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