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jueves, 4 de septiembre de 2014

Toro y torero unidos por el temple

El Cordobés cuaja al natural e indulta a "Tirano", de Madroñiz, que es ndultado

 
CURRO CUEVAS, Torremolinos (Málaga)
La plaza de toros de Torremolinos abrió sus puertas para acoger un cartel mixto conformado por espadas internacionales dentro de la tradicional corrida del turista y en la que se lidiaron toros de García Guillén (antes Vicente Martínez) para rejones y de Madroñiz para la lidia a pie, que resultaron ser nobles en líneas generales pero a los que le faltó bravura y ritmo en sus embestidas, llegándose a indultar el quinto de festejo al que tocó en suerte a Manuel Díaz "El Cordobés" quien desempolvó el temple que sus buenas muñecas aun capaces de dibujar el toreo tal y como lo hizo ante "Tirano", un noble y enclasado animal que a pesar de faltarle bravura se fue devuelta al campo.

Abrió cartel el jovencísimo Miguel Moura quien demostró ilusión y buen hacer ante un primer animal muy manso y parado que cuando embestia lo hacía a la defensiva y derrotando arriba. El caballero realizó lo mas destacado en el tercio de banderillas, donde dada la condición del animal tenia que llegarle mucho a cada embroque. Mató de medio rejón y cortó una oreja.

El menor de los Moura respetó el corte clásico de la casa ante un segundo toro de su lote, que sin ser de lo mejorcito, le brindó más posibilidades de triunfo pero, ya fuera por el desacierto a la hora de clavar o por las continuas pasadas en falso, la faena no terminó de calar a los tendidos. Tampoco anduvo acertado con los aceros. Recogió una ovación desde el tercio.

Antes de rubricar una tarde plagado de temple y torería, Manuel Diaz "El Cordobés" le cortó dos orejas al segundo   tras una faena en la que dejó a un lado su particular forma de torear tirando del ya mencionado temple y relajación y en la que predominó el uso del pitón derecho siendo este el mas potable un animal muy noble al que habia que acompañarlo y llevarlo hasta el final. Mató de media estocada.

En el quinto selló una actuación en la que destacó su gran toreo por la zurda y una gran delicadeza con la mano derecha. Pronto se lo llevó Manuel hasta los medios y comenzaron a sucederse los naturales encajados, con aroma muy torero y como hacía tiempo no se veían ejecutar al veterano torero. Así, prosiguió por la diestra en dos tandas, del mismo modo, muy limpias y cargadas de emoción. Posteriormente se entregó al público en su ya clásica tauromaquia popular, antes de que llegara la petición y concesión del indulto. Quizá no tuvo un comportamiento completo el de Madroñiz, pues en los primero tercios no se le exigió pero rompió a mejor en la faena de muleta llevando la cara muy bien colocada y recorriendo cada una de las embestidas hasta el final, de ahí que el público que llenaba en más de tres cuartos el coso malagueño lo pidiera con fuerza y, finalmente, fue concedido por el usía que en un primer momento se negaba a ello.

Una oreja cortó Diego Silveti al que hizo de tercero. A pesar de la nobleza del animal el torero azteca solo puso demostrar las buenas maneras tanto en el recibo capotero como en la muleta. El espadazo en pleno hoyo de las agujas valió el apéndice que fue concedido. No fue un lote de triunfo, ni mucho menos, ya que en el que cerraba el festejo pasó mas de un apuro dada la complicada embestida y los continuos cabezazos que el animal propinaba al final de cada cite.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Torremolinos (Málaga). Corrida del turista. Tres cuartos de entrada en tarde soleada y calurosa. Se lidiaron, dos toros de José García Guillén (1º y 4º, para rejones) bien presentados, mansos y parados, y cuatro de Madroñiz, desiguales de presentación, nobles y muy parados a excepción de la suma nobleza, clase y recorrido del 5º de nombre "Tirano", nº2 de 504 kilos que fue indultado.

Miguel Moura, oreja y ovación con saludos.
Manuel Díaz "El Cordobés", dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos.
Diego Silveti, oreja y silencio.

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