Hay que disipar las penumbras, con decisiones valederas que amplíen el panorama taurino en nuestro país. |
Jesús Ramírez “El Tato”
Todos hablabamos de la crisis global y se nos vino
encima. El lobo feroz se retrasó un poco pero finalmente se comió a la abuelita
y se comió también a varias corridas que se celebraban por diferentes pueblos
que a yunque y martillo levantaba con esfuerzo Manuel Medina “El Rubi”.
Desapareció Turmero con su feria de la Candelaria y la tradicional de diciembre
en Cagua así como la de La Municipalidad de Maracay.
Para más INRI por la situación de violencia que se generaba
en el mes de febrero, se suspendieron las corridas de la Feria del Sol en
Mérida y por otras causas los cuatro festejos de la Feria del Socorro de
Valencia. Fueron nueve corridas menos en el calendario para olvidar del 2014.
Entonces, los colmillos de la crisis se clavaron hasta el fémur.
En Maracaibo estuvo a punto de no realizarse la feria
de la Chinita. La mano política
traicionera estuvo jugando dos cartas, hasta que al fin Sandro Marubini le echó
mano a los recortes y su pantalón lo convirtió en bermudas para dar dos
corridas de toros, con atractivos carteles y por lo menos dejar constancia del
espectáculo taurino ante la afición zuliana.
En San Cristóbal empezando el año, la crisis pasó de
largo. Encierros españoles, buenas entradas en el coso monumental, maravillosos
fuegos artificiales alumbraron los cerros de Pueblo Nuevo y éxito total de la
empresa, y finalmente con una difícil lidia informativa sobre los encierros
españoles y la mala noticia del fusil sanitario en la ganadería de “Rancho Grande”
donde pastaban tres de estos toros que tanta falta hacen en nuestra cabaña
brava.
Tovar tuvo un interesante repunte con 4 corridas de
toros y una feria en alza con joven empresa local que sigue apostando por los
toreros serranos, igual que La Grita y Seboruco que dio cancha a sus toreros y
vigencia al espectáculo taurino.
En Maracay que es la única plaza del país con
actividad taurina durante todo el año, se incrementaron los festivales de
aficionados prácticos, de novilleros y cómico taurinos pero se redujeron a dos
las corridas de toros, con todas las miradas dirigidas a la empresa Agrocasta,
que se echó el capote a la espalda en una feria corta y peligrosa. El pasado
año, mientras desencajonaban los toros, le metían candela a la alcaldía de
Girardot, quemaban cauchos, se oían disparos y no había manera de llegar en paz
con los toreros foráneos al hotel de la avenida Las Delicias.
Finalmente en otro desafío profesional de la joven
empresa, se dieron sin inconvenientes las corridas y la novillada ferial
josefina. El público acudió al coso maestrante. La razón se impuso, la afición
respondió y se sentó el precedente echando la crisis a un lado.
Y este año por el ferial josefino que está a escasos
dos meses, nuevamente la empresa Agrocasta con el apoyo de Ferimar y la
Alcaldía, preparan cronograma de actividades feriales con nombres de toreros de
máximo interés para el mes de marzo.
Mientras sube la temperatura, se normaliza todo con el
ajetreo y se exprimen las últimas hallacas con el regalo de los Reyes Magos,
abrigamos esperanzas por la consolidación de triunfos de toreros venezolanos,
que los que luchan en México y España vean cristalizadas sus esperanzas y sean
tomados en cuenta por nuestras empresas, los ganaderos todos pongan los pies en
la tierra y contribuyan con el desarrollo de los eventos. Hay nuevas caras para depositar confianza,
Colombo, César Valencia, Manolo Vanegas, Antonio Suárez. A la crisis….de
reojo….Mucho esfuerzo y tesón para salir adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario