Sellaron dos faenas importantes ante un desigual encierro de Achury; fue herido el picador Clovis Velásquez tras caer feamente del caballo
MATEO SAAVEDRA, Manizales (Colombia)
Arrancaba la segunda corrida de toros de la Feria con un cartel de interés para el aficionado colombiano: encabezaba éste Manuel Libardo, seguido del salmantino Juan del Álamo y con el nacional Santiago Naranjo cerrando plaza. El encierro correspondía al hierro de Achury Viejo.
Salió frío de salida "Serpentino", el abreplaza de Achury que se mostró soso a los subalternos de inicio, pero que humilló con boyantía en el capote de Manuel Libardo. Dejó el colombiano una gran verónica entre el ramillete que le ejecutó al astado. Metió la cara con fiereza en el peto de Cayetano Muñoz, para seguir humillando en el capote por chicuelinas bajas del torero y en el percal de los de plata posteriormente. Calamocheaba en el inicio muleteril, y a pesar de que humillaba por el pitón derecho, desarrolló sentido en la franela de Libardo. Al echársela a la mano izquierda, abría compás el astado, pero también causó finalmente complicaciones. Intentó derrochar voluntariedad Libardo, incluso sonó la música apra luego cesar poco después, pero la peligrosidad del de Achury iba a más.
Dejó Santiago Naranjo una larga cambiada en el tercio al segundo de salida. Dejó una gran impresión capotera el colombiano, dejando variedad en el quite por chicuelinas y posteriormente en el acercamiento del toro al caballo, por caleserinas jugando con el envés del capote. Hubo de jugarle muy bien los tiempos al toro su lidiador. Comenzó faena en tablas, sentado en el estribo, pero le faltaba fuerza, decisión y determinación al astado. Hubo de cambiarle los terrenos Naranjo por su falta de casta. Se aplomó poco después el toro, pero insistía Naranjo ante un toro que no quería pasar. Tras un pequeño susto, abrevió y dejó una estocada.
La misma condición tenía un tercero bonito de hechuras pero desequilibrado de condición al que le enjaretó seis verónicas y una revolera más técnicas que bellas Juan del Álamo hasta la misma boca de riego. Cortaba a los de plata en banderillas, y calamocheaba el astado en el inicio muleteril. Daba tornillazos al salmantino y se tornó peligrosísimo durante faena, por lo que tras varios alardes técnicos, Juan del Álamo dejó media estocada atravesada y tendida. Tras numerosos descabellos, sonaron los tres avisos y se le fue vivo a los corrales el astado.
Compuso genial la figura en el veroniqueo inicial Manuel Libardo al cuarto. Dejó sensacionales lances capoteros el colombiano, para después acercarlo al caballo. Derribó el toro al piquero Clovis Velásquez, que quedó inconsciente por momentos para recuperar posteriormente el sentido en la enfermería. Templó mucho la embestida del toro en el inicio muleteril, levantando así los primeros olés sentidos del festejo y ligando muy bien los muletazos. La segunda, pio el derecho, caló especialmente en el tendido, al igual que la tercera serie al natural. Era un toro manso pero con emotividad y cierta casta en su embestida. Lo llevaba muy toreado Manuel en la cuarta tanda por el pitón derecho, justo en la puerta de toriles. Una gran colocación, temple y buen gusto dejó Manuel con el ímpetu de los que necesitan el triunfo. No desarrolló sentido el astado, y a pesar de que en ocasiones se defendía, no perdió el hilo bravo. Selló grandísimos naturales antes de rematar por manoletinas. Se le fueron los trofeos por la espada, dejando dos pinchazos.
Compuso genial la figura en el veroniqueo inicial Manuel Libardo al cuarto. Dejó sensacionales lances capoteros el colombiano, para después acercarlo al caballo. Derribó el toro al piquero Clovis Velásquez, que quedó inconsciente por momentos para recuperar posteriormente el sentido en la enfermería. Templó mucho la embestida del toro en el inicio muleteril, levantando así los primeros olés sentidos del festejo y ligando muy bien los muletazos. La segunda, pio el derecho, caló especialmente en el tendido, al igual que la tercera serie al natural. Era un toro manso pero con emotividad y cierta casta en su embestida. Lo llevaba muy toreado Manuel en la cuarta tanda por el pitón derecho, justo en la puerta de toriles. Una gran colocación, temple y buen gusto dejó Manuel con el ímpetu de los que necesitan el triunfo. No desarrolló sentido el astado, y a pesar de que en ocasiones se defendía, no perdió el hilo bravo. Selló grandísimos naturales antes de rematar por manoletinas. Se le fueron los trofeos por la espada, dejando dos pinchazos.
Brindó al público Juan del Álamo al sexto, uno de Achury que fue de lejos a su muleta. Entró al caballo por dos veces pero no fue bien picado, algo que acusó tardeando en faena. Dejó trazos técnicos perfectos el de Ciudad Rodrigo por el lado derecho, llenando de olés los tendidos especialmente en los finales de faena con la rodilla en tierra. Eran largos los muletazos por el derecho que proseguía el de Achury. Repitió la primera tanda en dos ocasiones de forma semejante, ante un toro que iba arrollando en los últimos compases de la faena. A pesar de ello, embestía el de Achury y dejó al salmantino gustarse con la franela. Finalizó su faena por manoletinas, erguido y con el astado repitiendo. Dejó varios pinchazos y todo se esfumó.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Manizales. Segunda corrida de toros de Feria. Casi lleno, en torno a 11.000 espectadores.
Seis toros de Achury Viejo, 1º humillador y peligroso; 2º siempre a la defensiva, aplomado; 3º peligroso, embistiendo a tornillazos;
Manuel Libardo, ovación tras petición y palmas.
Santiago Naranjo, palmas y palmas.
Juan del Álamo, silencio tras tres avisos y palmas.
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