Nuevo boicot a la Feria de Abril de Sevilla por parte del llamado G-5, concretamente de cuatro de los cinco diestros. El último revés ha sido la decisión del sevillano Morante de la Puebla de no acudir,
por segundo año consecutivo, al ciclo abrileño. Y eso después de que la
empresa Pagés se hubiese plegado a sus exigencias en cuanto a ganado y
número de tardes._Y de que pidiese disculpas públicas por lo acontecido
el pasado año.
Pero lo cierto y verdad es que Morante, que se encuentra actualmente en México, se suma a las ausencias de Julián López «El Juli», Alejandro Talavante —ambos apoderados por Fusión Internacional por la Tauromaquia, FIT, cuya cabeza visible es el magnate mexicano Alberto Bailleres— y Miguel Ángel Perera. El único que sí estará en Sevilla de este grupo es José María Manzanares, cuya contratación se cerró el día de Nochebuena de 2014.
Pero, ¿por qué Morante se echa ahora para atrás después
de haber negociado ganaderías —incluso alguna de las que pedía no iba a
venir este año y la empresa la ha traído— y número de festejos?
La empresa Pagés —Eduardo Canorea y Ramón Valencia— ofrecieron en un primer momento a Morante tres tardes:
Domingo de Resurrección y dos en Feria de Abril, lunes y viernes de
farolillos. Luego se habló de otra cuarta en San Miguel y, finalmente, una quinta que sería la del viernes de preferia.
En cuanto a ganaderías, el torero de La Puebla del Río estoquearía los
hierros de Juan Pedro Domecq, Jandilla. Garcigrande y Núñez del Cuvillo.
Incluso sus veedores estuvieron viendo las corridas
en el campo. En estas negociaciones, Morante preguntó por la presencia
de El Juli, a lo que la empresa le respondió que entablarían
negociaciones. También se interesó Morante por Alejandro Talavante
—compañero de apoderamiento—_y por Rivera Ordóñez.
Según ha podido saber ABC de Sevilla, la empresa llamó al apoderado de El Juli, Luis Manuel Lozano, y le ofreció tres tardes, respondiendo que se lo pensaría. Igualmente, a Talavante se le ofrecieron tres tardes, incluida el Domingo de Resurrección. Ambos —sus mentores— estuvieron «dando largas» mientras se interesaban unos por otros.
También la empresa contactó con el apoderado de Miguel Ángel Perera, Fernando Cepeda,
quien habría declinado que su poderdante acudiese a Sevilla este año.
Poco a poco, han ido «cayéndose» del cartel El Juli, Perera, Talavante,
que lo hizo hablando desde México, y ahora Morante de la Puebla. Éste,
en un escueto comunicado y
después de haber estado Pagés esperando cuarenta días a que se
decidiese, señalaba ayer desde tierras mexicanas que «por medio de la
presente, y dirigiéndome a la afición de mi tierra, no tengo por más
remedio que decirles, muy a mi pesar, que por segundo año consecutivo no torearé en Sevilla».
Así, sin más argumentos, anuncia el diestro cigarerro su ausencia de
Sevilla de nuevo, decisión que conocía la empresa Pagés en la mañana de
ayer.
El lobby mexicano
Es ya un secreto a voces entre los implicados que en este boicot a la Feria de Abril, y por ende a la ciudad de Sevilla, podría estar el apoderado de Morante de la Puebla y Alejandro Talavante, el magnate mexicano Alberto Bailleres que lidera la llamada FIT y que se ha asociado con los empresarios Simón Casas y José Cutiño.
Ambos gestionan importantes plazas de toros, caso de Olivenza, Badajoz,
Valencia, Málaga... mientras que Bailleres se ha hecho con la gerencia
de la de Córdoba e incluso ha adquirido la ganadería de Zalduendo.
Un desembarco en toda regla que tendría un objetivo concreto: gestionar la plaza de toros de Sevilla.
Es por ello que esta incertidumbre ha hecho que entren en
liza determinadas instituciones públicas sevillanas, caso del
Ayuntamiento de Sevilla con su alcalde, Juan Ignacio Zoido, y el delegado de Economía, Empleo, Fiestas Mayores y Turismo, Gregorio Serrano, a la cabeza.
Precisamente, y según fuentes bien informadas, Morante envió un largo mensaje de texto al alcalde en el que le señalaba que no toreará en Sevilla tampoco este año y, entre otros argumentos, le comentaba la pendiente que tiene el ruedo del coso del Baratillo. Pero también presionaba señalando que si se quitaba a la empresa Pagés y entraba su apoderado mexicano como empresario, Morante no tendría ningún inconveniente en torear en Sevilla.
Cabe recordar que la Real Maestranza de Caballería, propietaria de la plaza de toros, tiene suscrito un contrato con la empresa Pagés que tiene plena vigencia todavía y que no se puede incumplir. No hace mucho, Morante exigió disculpas públicas a Canorea y Valencia y llegó a decir que habría que dar una oportunidad porque «sé que a Sevilla no podemos dejarla sola».
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