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domingo, 15 de marzo de 2015

La mayor ovación se la llevó un monosabio en el cierre de Castellón

Decepcionante mano a mano de Perera y Talavante, que cortó la única oreja

La mayor ovación se la llevó un monosabio en el cierre de Castellón
Decepcionante fue el festejo que cerró la Feria de La Magdalena [así lo hemos contado en directo]. Un espectáculo que quedó en un mano a mano por la ausencia de Paquirri, todavía convaleciente del percance sufrido en su reaparición en Olivenza. Los toros de El Pilar estuvieron bien presentados en su conjunto y, aunque no tuvieron raza, tampoco sacaron maldad, a pesar de que Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante quisieran hacer ver lo contrario. Los mejores fueron el segundo y, sobre todo, el sexto.

La mayor ovación de la tarde se la llevó un monosabio que sujetó a uno de los caballos de picar durante un buen rato ante la impasividad de las cuadrillas. 

Lo más destacado de la actuación de Perera surgió, con la zurda, durante la faena al primero, pese a que los muletazos apenas tuvieron impacto en el tendido. Hubo de acortar las distancias para que el público tomara parte en el trasteo. El sobrero tercero fue un zambombo que sacó peligro por el lado izquierdo, pero al que el extremeño tampoco lo quiso ver por el derecho. Con el quinto, que brindó al público, estuvo queriendo y no pudiendo. Aunque el toro no fuera bueno, tampoco tuvo maldad para que un torero de su categoría entregara armas y tirara por la calle de en medio. 

Talavante contó con dos buenos toros y solo le pudo cortar una benévola oreja al segundo, tras dos aceptables series con la mano izquierda que no tuvieron continuidad. Pronto se dedicó a contentar a los tendidos a base de un toreo más efectista. El sexto llegó con transmisión y calidad a la muleta, pero el desajuste de la mayor parte de los muletazos, así como un deficiente manejo de la espada, hicieron que aquello se quedara en nada. Tampoco pudo lucirse ante el desrazado cuarto.

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