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jueves, 16 de abril de 2015

LOS NIÑOS DE LA PUEBLA DEL RÍO VIBRAN CON DIEGO VENTURA




Hassan González

Ilusionados, entusiasmados, impacientes, entregados. Así vivieron los niños y niñas de La Puebla del Río su encuentro con Diego Ventura convocados para que éste les hiciera entrega de las 150 entradas que les ha regalado para que le acompañen este próximo domingo en su única comparecencia en la Feria de Abril de Sevilla. Todos ellos equipados con la camiseta que el propio rejoneador les ha regalado también con un lema que los pequeños hicieron irremisiblemente suyo:La Puebla con Ventura. Y es que justo fue el sentir de un acto que si algo puso de manifiesto es la implicación de esta localidad sevillana y de sus vecinos con quien es su torero y su ídolo.
Dos citas preparó Diego. De vivencias diferentes la una de la otra, pero con un nexo común: la pasión de los niños y niñas de La Puebla del Río por el jinete. La primera de ellas fue en uno de esos lugares que hacen grande al ser humano: la sede de la Asociación de Niños hacia el Futuro (Anfe), de la que Ventura es padrino desde su fundación. Allí le aguardaban emocionados los pequeños acogidos en esta entidad que tienen en Diego a un protector y a un cómplice. Pero, sobre todo, a un amigo. Y eso se nota en cómo se les enciende la mirada a uno y a otros: al rejoneador y a los niños. Se conocen y se quieren. Se llaman por su nombre y se esperan siempre. En Anfe tiene Ventura su casa. A esta asociación entregó medio centenar de entradas para que quienes le dan sentido (los niños, los padres y los cuidadores) también estén el domingo en la Maestranza. Y ellos le devolvieron a Ventura su gesto con un sencillo y emotivo vídeo cargado de gratitud y un mensaje final de los que llenan a un hombre: “Nunca podremos devolverte lo que haces por nosotros… ¡Gracias, padrino!”. Y un pellizco más. El de Paco, uno de los jóvenes acogidos en Anfe, que ha pasado más de diez años sin articular palabra alguna y que se dirigió a Ventura para decirle un claro “Mucha suerte, Diego. El domingo voy a verte”…

Llegó luego la segunda cita de una tarde tan especial. En el Ayuntamiento de La Puebla del Río, donde aguardaban al rejoneador más de cien niños y niñas a partir de seis años prestos a recoger de su propia mano las localidades que también les regala para que le acompañen en el compromiso de Sevilla. Nerviosos, encendidos, apasionados… Y así recibieron al ídolo cuando éste entró en el patio central del consistorio. Se avalanzaron sobre él para hacerle suyo y darle un abrumador e inmenso abrazo común que se prolongó durante muchos minutos. No querían soltarle. Le estaban diciendo a Diego Ventura que es su torero. Y se lo gritaron, incluso, coreando su nombre para sorpresa del propio rejoneador, feliz con tal acogida. Fotos, firmas de camisetas, besos, abrazos, deseos sinceros de suerte… El torero y el toreo en las manos del pueblo. Como siempre fue. Como de verdad le da sentido. Y para constatar algo que el propio Ventura se adelantó a advertir: “Y quién dice que los niños no tienen afición a los toros…”. Sin duda que con gestos e iniciativas de promoción como la que otra vez pone en marcha el jinete de La Puebla, ésta, la afición, tiene su futuro seguro.

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