NIMES: Sin toro...

Sólo El Fandi paseó una oreja de una tarde deslucida en la que ni Manzanares ni Talavante brillaron ante dos lotes nulos. Lo mejor, el llenazo del Coliseo.

 

Un encierro de Núñez del Cuvillo esperaba a la tercera de la Feria nimeña de Pentecostés, en la que hacían el paseíllo David Fandila "El Fandi”, José María Manzanares y Alejandro Talavante. A las seis en punto arrancaba el paseíllo.

 
Tenía alegría el primer toro de Núñez del Cuvillo, por lo que El Fandi se lució de salida con el ejemplar de El Grullo. El astado se movía con boyantía tras el caballo y, en banderillas, David se lució haciendo alarde de su capacidad lidiadora gracias a sus facultades físicas. Ya con la franela en mano, El Fandi sonsacó tandas por ambos lados que, si bien no fueron plenas en cuanto a contenido, Nimes sí comprendió las formas con las que el granadino se presentó en Pentecostés. Se atascó con la espada, por lo que fue ovacionado. El viento molestó mucho. Con el cuarto, Fandi salió a por todoas para recibirlo por largas cambiadas y un ramillete de templadísimas verónicas. Lo cuidó en varas para que posteriormente pusiera cuatro pares que hicieron las delicias del público nimeño. Con la muleta, dejó pasajes importantes por ambas manos para pasear finalmente un trofeo. Se gustó por naturales y dejó una estocada.


Ovacionó Nimes a José María Manzanares antes de que hiciera acto de presencia el primer toro de su lote en un momento emotivo en recuerdo de su progenitor. El de Núñez del Cuvillo fue un toro que apretó en varas, incluso derribando a Chocolate en la primera puya. 
Mantuvo ese punto de casta y humillación hasta llegar a la muleta de Manzanares. Se desfondó en ese momento, por lo que el alicantino no pudo dejar sino detalles. José María Manzanares recibió al quinto de Núñez del Cuvillo con un toreo a la verónica cuajado, maduro e importante, rematado con una media que levantó los tendidos por la belleza de ésta. También entró al quite por chicuelinas para sellar de nuevo su impronta capotera ante un astado que mantenía la fuerza y su punto de calidad. Pero la faena fue a menos por la delicada condición del toro, dejando tan sólo meros detalles por ambas manos en tandas completas y, además, atascándose con los aceros José Mari.

Corrió turno Alejandro Talavante tras la devolución del tercero, un toro al que le faltó fuerza a raudales. En su lugar salió el quinto, también con el hierro de Núñez del Cuvillo, un toro con el que tampoco logró lucirse el extremeño por su evidente falta de fuelle. Le faltó fondo al astado de Cuvillo y se estrelló Alejandro con su condición. No brilló Talavante con el sexto, otro toro deslucido de Núñez del Cuvillo con el que no dejó sino detalles. Con el capote se estiró el extremeño, pudiendo hacer poco más ante un animal que no obedecía, no se desplazaba y no tenía raza.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Nimes, Francia. Tercera de la Feria de Pentecostés. Corrida de toros. Lleno. 

Seis toros de Núñez del Cuvillo, desiguales de presencia.
David Fandila "El Fandi”, ovación y oreja.
José María Manzanares, ovación y silencio. 
Alejandro Talavante, silencio en ambos.