Toros de Fermín Bohórquez, que colaboraron en líneas generales con los montados.
Fermín Bohórquez, silencio y dos orejas
Pablo Hermoso de Mendoza, dos orejas y oreja
Diego Ventura, oreja y dos orejas
La plaza registró menos de media entrada en tarde muy calurosa.
Abría cartel el veterano rejoneador jerezano Fermín Bohórquez en la que era su última actuación en el ruedo de Los Califas.
Fermín pasó algo desapercibido con el primero de la tarde
pero pudo desquitarse por completo con el buen cuarto, al que imprimió
una lidia magistral montando a Rubia, Nevado y Moraíto. Un certero
rejonazo puso en sus manos el doble trofeo que le franqueaba la salida a
hombros.
El rejoneador navarro, Hermoso de Mendoza, por su parte,
cuajó de cabo a rabo al segundo de la tarde, luciendo todas las
posibilidades de sus caballos Napoleón, Berlín e Ícaro pero la guinda
llegó colocando las cortas y desplantándose montando a Pirata.
Las dos orejas, pedidas con clamor, ya le habían abierto la
Puerta de los Califas, pero aún cortaría otro trofeo del rajado quinto
gracias a la altura de su monta. El doble rejón pudo reducir el premio.
Ventura también obtuvo un apéndice del tercero, al que paró
garrocha en mano. El jinete de la Puebla tuvo que esforzarse aunque
logró mantener el tono de su labor que brilló especialmente con un par a
dos manos montando a Remate.
Sacó toda su raza para formar un auténtico alboroto con el
colaborador sexto, especialmente montando a Sueño. No estuvo fino con
los aceros pero las orejas se pidieron por aclamación
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