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domingo, 20 de septiembre de 2015

Un final de verano muy sangriento en los ruedos

Hemingway escribió «El verano sangriento» (o «peligroso», según las traducciones) sobre la rivalidad de Luis Miguel y Ordóñez. Éste de 2015, mientras arreciaban los ataques de los antitaurinos, lo ha sido de verdad. En el final del verano, han caído heridos toreros de todas las categorías. Recordemos sólo los percances más graves.

MATADORES
Antonio Ferrera es el más castigado del escalafón, supera las 35 cornadas. Esta temporada podía haber sido la suya más feliz, después del éxito en la Feria de Abril, pero el 20 de junio, en Muro (Baleares), sufrió una grave luxación que le sigue impidiendo volver a los ruedos.

Francisco Rivera Ordóñez estaba retirado pero volvió a los ruedos esta temporada, para celebrar sus 20 años de alternativa. En Huesca, el 10 de agosto, sufrió una gravísima cornada en la cavidad abdominal, con dos trayectorias de 40 y 25 centímetros. (Muchos han señalado la semejanza con la que causó la muerte de su padre, Paquirri, también al llevar al toro hacia el caballo). Nueve días después, ya estaba en Sevilla, en el nacimiento de su hija Carmen. No pudo torear pero sí estuvo presente en la Goyesca de Ronda, que él organiza. No se sabe si podrá reaparecer, como desea, dentro de esta temporada.

El malagueño Saúl Jiménez Fortes, el único matador hijo de torero y torera, ha sufrido varios importantes percances. El 14 de mayo, en Las Ventas, uno, gravísimo: el pitón entró por su cuello como un bisturí, sin consecuencias irreparables. El 16 de agosto, en Vitigudino, recibiendo al toro con verónicas de rodillas, sufrió una cornada en la misma zona, con un tremendo traumatismo facial y cervical, que le tuvo en la UVI 5 días. Ha manifestado su deseo de volver a los ruedos cuanto antes.
Manuel Díaz, El Cordobés, sufrió fractura nasal el 27 de agosto en San Sebastián de los Reyes pero toreó dos días después, en Arenas de San Pedro.

López Simón, la gran revelación de la temporada, fue herido y triunfó en Las Ventas. El 10 de septiembre, en Albacete, sufrió una grave cornada en el muslo derecho, con dos trayectorias, de 14 y 15 centímetros. Sin recuperarse del todo, volvió a torear en la misma Plaza (y sufrió un nuevo percance) el día 17. Le esperan serios compromisos en Nimes, Sevilla y Madrid.

Miguel Ángel Perera, una de las primeras figuras, sufrió una espectacularísima cogida el 15 de septiembre, en Salamanca: al recibir al toro con verónicas de rodillas, lo prendió y lo arrojó al callejón, por encima de la barrera, infiriéndole, en el vientre, dos muy graves cornadas, de las que se recupera rápidamente. (Antes de los antibióticos, hubiera estado en muy serio peligro).

Ya había concluído su faena José María Manzanares, el 16 de septiembre, en Albacete pero, al descabellar, el toro le volteó, causándole conmoción cerebral, con pérdida de la consciencia. Va a reaparecer 4 días después, en Nimes.

Tanto o más que las heridas temen los toreros a las fracturas. Por este motivo han perdido varios festejos Cayetano (cogido el 8 de agosto, que ha reaparecido en la Goyesca de Ronda, el 5 de septiembre) y Alejandro Talavante, cogido en el campo, cuando entrenaba.

NOVILLEROS

Después de su triunfo en Bilbao, el peruano Roca Rey fue cogido el 7 de septiembre, en Villaseca de la Sagra, al entrar a matar: sufrió una cornada en el muslo de 18 centímetros y la fractura de un dedo (ganó el trofeo del Alfarero de Oro). Ha pospuesto la necesaria operación: con una férula, va a tomar la alternativa, en Nimes, el día 19.

El sevillano Pablo Aguado, que había triunfado en Bayona el 6 de septiembre, fue herido el 16 en Cadalso de los Vidrios: una cornada en la pierna izquierda, con dos trayectorias, de 20 y 15 centímetros, que le partió el gemelo.

El salmantino Alejandro Marcos, herido en Casavieja el 25 de agosto, triunfó en su tierra el 11 y sufrió conmoción cerebral en Tordesillas, el 16.

De los novilleros sin caballos, han sufrido graves cornadas Alejandro Mora (el 21 de agosto, en Alba de Tormes) y Pedro Gallego, en Linares, el día 28.

BANDERILLEROS Y PICADORES

En Málaga, el 18 de agosto, el banderillero José María Amores, sufrió una cornada con varias trayectorias, de 35, 30 y 15 centímetros.

Otro hombre de plata, Agustín Serrano, en Salamanca, el 14 de septiembre, sufrió una grave cornada en el abdomen.

Los percances de los picadores son ahora menos frecuentes. Gran impresión causó el de Marcial Rodríguez, en Albacete, el 8 de septiembre: el toro lo desmontó y, en el suelo, le propinó una cornada en el muslo de 35 centímetros.

Estos son los hechos, sin ninguna retórica. El toro no es ese «pobrecito animal» que ven algunos sino uno de los más fieros y peligrosos que existen. Dominar su fuerza bruta con inteligencia y estética es algo que, la mayoría, no haríamos por todo el dinero del mundo. Por eso, el pueblo español ha considerado siempre a los toreros como héroes.

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