“El gran gesto de las figuras este año es que vengan. Luego lo que ellos quieran"
José Luis Benlloch
-Hablando del próximo curso. ¿Cree que va a ser posible
hacer realidad ese sueño empresarial de dar entrada a los jóvenes en los
carteles de las figuras?
-Espero y deseo que sí. En esta casa llevamos
varios años intentándolo. Lo hemos logrado en bastantes ocasiones y
según desde qué perspectiva se nos ha valorado y también lo contrario
porque donde entraba un joven no entraba otra figura. Es una pelea que
hemos mantenido abierta porque consideramos que es bueno incorporar
jóvenes. Ahora hay materia suficiente para con ese criterio confeccionar
carteles con mucho interés. Si se consigue será beneficioso. Para
todos. Para las figuras, para el público y para las empresas. Habrá más
competencia, más estímulos.
Y para reforzar su argumento recuerda lo sucedido en la
corrida de Logroño con la presencia de Roca Rey, su flamante
poderdante, que lanzó la tarde, desató la locura en el público y la
respuesta de las figuras. Y extiende sus elogios a López Simón, a
Garrido y cuantos jóvenes están en edad de empujar y me recuerda que a
estos dos les dieron la alternativa en Sevilla.
-Los jóvenes no sólo van a torear más sino que van
a entrar con un tipo de corridas de toros en las que hasta ahora no
entraban o no entraban hasta que no triunfaban. Serán oportunidades con
más posibilidades.
-Dices que intentabais esos planteamientos de combinar figuras y jóvenes… ¿Pero quién los frenaba?
-Nadie en concreto. No es que se negasen a torear
con ellos, las figuras saben que con dos de ellos se completa un gran
cartel, el problema surge porque las corridas que desean las figuras son
las que son y si entraba un joven era un puesto que le quitabas a otra
figura que también quería matar esa corrida y el que se quedaba fuera no
lo aceptaba. Te decían algo así que cómo el que acababa de llegar
mataba tal o cual corrida y ellos no. Ese era el problema.
-Dichosas modas ganaderas.
-Es así, se pone de moda una ganadería y resulta
que todos la quieren y yo tampoco soy partidario de hacer carteles de
cuatro matadores. No es en absoluto necesario.
-Esa exigencia llevaría a doblar la presencia de
determinadas divisas que tampoco es solución que a estas alturas goce de
buen cartel o sea beneficiosa para nadie.
-Alguna vez lo hemos hecho pero no nos gusta. Además, cuando lo hemos hecho tampoco hemos tenido suerte. No salió bien.
-El año pasado se hizo.
-Lo hicimos porque teníamos apalabrada una
corrida de Garcigrande y cuando fuimos a verla no estaba rematada. No
fue un descuido del ganadero, que conste, se trataba de una disparidad
de criterios. A él no le gustan las corridas muy rematadas y las mueve
mucho y aquí, a la autoridad, le gusta el toro muy rematado. Así que
hubo que buscar una alternativa y por eso entró la de Parladé cuando
estaba ya la de Juan Pedro. Y como ha venido ocurriendo cuando hemos
doblado alguna ganadería, no dio resultado.
-Todos los años, parece lógico cuando no hay suerte, se reclama algún tipo de renovación entre las divisas.
-Aún estamos viendo las corridas, no es tema
cerrado. Queremos que venga Torrealta, pero hay que verla, queremos que
repita Cayetano Muñoz, que tiene un tipo de toro muy bien hecho y en las
últimas temporadas dieron buen juego… No habrá muchos cambios.
La afirmación la ha dejado en el aire porque a estas
alturas del año, a seis meses de la feria, sabe que los toros te pueden
confundir y la decisión final, de gran trascendencia, está pendiente.
Así que de momento se ha impuesto visitar todas las ganaderías previstas
junto a Manolo Tornay y Santi Ellauri a diferencia de años anteriores
en los que sólo acudía al campo a dar el visto bueno final.
-¿Y guiños toristas?
-Victorino que es un clásico y Miura que aún es más clásico.
-Eso son dos.
-Tuvimos una época en la que en preferia hacíamos
tres o cuatro tardes toristas, además de Miura venía Cuadri, Palha,
Victorino, Dolores… ¿qué ocurría?... que pasaba un día y otro y otro y
los toros eran interesantes, a mí me gusta ese tipo de toro, pero no
pasaba nada. No había éxitos, no había orejas y el público quiere
divertirse, que todos los días pase algo importante y si el torero no
sale con las manos hacia arriba no se va satisfecho.
-Hubo grandes faenas con esas corridas.
-Sí las hubo, cierto, pero los últimos años
cogimos una mala racha y no hubo éxito, así que cambiamos el
planteamiento. Además, si las figuras quieren dos, tres corridas, alguno
cinco… no hay sitio para esas corridas que dices toristas.
-Salvo que las figuras…
-Salvo que alguna quiera hacer un gesto.
-¿Se lo ofrecéis vosotros?
-Se le pregunta. ¿Queréis?... Nosotros siempre hemos sido receptivos a esos planteamientos.
-¿Va a haber algún gesto este año?
-Para mí el gran gesto, el gesto importante, es
que vengan. Lo demás lo que ellos quieran. Si alguno de ellos quiere
matar la de Miura o la de Victorino, sólo tiene que pedirlo. Cuando
Juli se anunció con la de Miura, que luego no pudo torearla, al acabar
la negociación de las otras corridas Roberto me dijo “Julián querría
matar la de Miura, ¿vosotros querríais?...” le dijimos que sí, nos
pusimos de acuerdo y se le anunció.
-Pues cada vez que ha ocurrido algo así, al margen del
resultado final, ha sido muy reconfortante, muy revitalizador, dieron
importancia a la feria y se la dieron ellos…
-Sí, pero no es fácil. Que Sevilla sea a principio
de temporada hace que los toreros quieran sentar las bases de
contratación para las otras ferias, no quieren crear precedentes ni que
les ubiquen en corridas que no apetecen normalmente. Al final de
temporada les importa mucho menos pero al principio y en Sevilla... les
cuesta.
Ramón Valencia, mejor dicho la empresa Pagés, ha estado
en el ojo del huracán las últimas temporadas. El desencuentro entre un
grupo de matadores/figuras al que nos hemos referido y su empresa
añadido a la trascendencia de la plaza, elevaron el contencioso a
problema de estado taurino. Más si cabe, porque los daños colaterales
trascendían al latido de la misma ciudad que tengo la sensación de que
nunca llegó a valorar la mucha influencia que ejercía el toreo sobre su
economía y acabó añorándola y llorándola.
-¿Cómo llevas las negociaciones de 2016?
-Negociar de verdad todavía no lo hemos hecho,
decir lo contrario sería faltar a la verdad. Lo que sí hice desde abril
pasado es mantener contacto y aproximaciones con los distintos
apoderados, de tal manera que ahora mismo me he reunido con todos ellos y
con algún matador. Sabes, quiero reunirme con todos los matadores que
estás pensando.
-El matador con el que ya te reuniste es Morante.
-Sí. Estuvimos charlando una mañana entera.
Abrimos la puerta para sentarnos en esta mesa próximamente y negociar.
Ahora estoy pendiente de que vuelvan de América los otros para hablar
con ellos personalmente. Lo haré antes de Navidad con todos. Quiero
tener esa charla.
-¿Todo va bien?
-Todo va bien.
-¿Sin reticencias?
-Sin reticencias. En cualquier caso yo no las he
notado. La gente decía esto o aquello pero nada, sólo he encontrado
buena disposición.
-Se habla de Morante cinco tardes.
-Esa es su voluntad y nosotros le hemos dicho que
sí. No va a ser el primer torero que toree cinco tardes. Lo hizo
Manolete, luego Curro y ahora puede ser Morante. De hecho el año pasado a
Manzanares le ofrecimos la quinta tarde aunque no le pareció bien estar
en San Miguel y se anunció en cuatro.
Una de las novedades de la programación de 2016 afecta
directamente a un clásico, a la matinal de rejones del domingo de
Farolillos. Desaparece. Tras unos años de esplendor y llenos totales, la
pérdida progresiva de público según asegura el empresario, había
supuesto entrar en pérdidas y se imponía un reajuste de la experiencia
que con tanto éxito iniciase don Diodoro con la complicidad de los
Jinetes de la Apoteosis. La decadencia de la fórmula tiene explicación
en motivos externos al toreo según Ramón: “En los mejores
momentos la gente venía a la feria desde los pueblos de la provincia.
Acudían a los rejones por la mañana y luego por la tarde a la corrida
de Miura pero ese hábito se ha perdido y el domingo la feria ya hace
años que tira poco, las casetas comienzan a estar vacías ese día, la
gente desaparece y ha habido que cambiar la programación”. En realidad no significa que desaparezca la corrida, se apresura a puntualizar, “se celebrará por la tarde, como una más del ciclo, de tal manera que seguirá habiendo dos corridas de rejones”.
El cambio ha supuesto estirar la feria un día más con lo que habrá dos
semanas completas de toros, desde el domingo 3 al domingo 17 además del
Domingo de Resurrección, claro.
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