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lunes, 14 de diciembre de 2015

Castella: «Los políticos utilizan el toreo para ganar votos y a la hora de la verdad estamos solos»


La figura francesa, de premio en premio, habla alto y claro sobre actualidad, política y toreo 


Sebastián Castella, con la bandera de Francia - EF
ABC.esMadrid 

Sebastián Castella, en su año mágico y soñado, recoge ahora los frutos de una temporada triunfal. De premio en premio va la figura francesa. Y si su toreo caló hondo este 2015, también lo hace su palabra. En cada entrega, un discurso cristalino y puro. Este ha sido el último triplete de la cosecha Castella:

1. CIUDAD REAL

El torero galo recogió el premio al triunfador de la temporada en Ciudad Real, creado por la empresa Maxitoro S. L. y el Colegio de Veterinarios de esta ciudad. El jurado reconoció su faena a su primer toro de la tarde del 17 de agosto de 2015, premiada con dos orejas. El toro, de nombre «Jerezano», marcado con el hierro de Torrestrella, ha sido el merecedor del galardón al mejor bravo de la feria.

En sus palabras de agradecimiento, Castella apoyó a la afición de Ciudad Real en un difícil momento tras la supresión de las ayudas municipales a la feria taurina con el apoyo de PSOE y Podemos. Este fue su discurso íntegro:

«La Fiesta taurina es una manifestación cultural como cualquier otra. O mejor dicho, es superior a otras, porque es la única de las artes en las que no hay representación: todo se hace de verdad y se pone la vida en juego. Los toreros se juegan la vida como ningún otro ser humano en un “trabajo” que se realiza para divertir y emocionar a los espectadores.
«La Fietsta es una manifestación cultural como otra. O mejor dicho, superior, porque es la única en la que todo se hace de verdad»
Apoyar económicamente el toreo es apoyar el segundo espectáculo de masas en España: la gente acude a los toros más que a muchos otros eventos culturales que sí están subvencionados. Y el toreo no recibe ni un solo euro de los Presupuestos Generales del Estado, mientras que aporta más de un 3% del Producto Interior Bruto y es el espectáculo cultural que más aporta al Estado en impuestos, casi 50 veces más que el cine, por poner un ejemplo.

No olvidemos, además, que es un espectáculo caro. ¿Por qué? Pues porque se lidia un animal que se cría durante años en los campos españoles, franceses o portugueses, con una calidad de vida superior a la de cualquier mascota de esas que pensamos que viven a cuerpo de rey, encerradas en jaulas en nuestras casas. ¡Miento! Al toro se le cuida mejor aún que a cualquier otro animal criado por el hombre, puesto que cuenta con mayor cantidad de terreno a su disposición, una alimentación privilegiada, selección genética y numerosas vacunas y revisiones veterinarias. Eso por no hablar de los animales que se crían con hormonas para que crezcan rápido y se maten pronto, y van amontonados al matadero, donde los descuartizan o, en el mejor de los casos, los fríen con descargas eléctricas. O los patos, a los que provocan cirrosis para obtener el preciado foie.
«Los profesionales y aficionados a los toros seguimos siendo ciudadanos de segunda y estamos perseguidos»
A eso hay que añadir que los permisos necesarios para organizar una corrida de toros suponen una gran cantidad de dinero, muy superior a la de cualquier otro espectáculo público. Y este dinero va directo a las arcas públicas y se emplea para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos: tanto los taurinos como los antitaurinos.

Lo escribí hace unos meses y lo repito: el toreo no es política. Unos y otros lo utilizan a su antojo para ganar votos y cuando llega la hora de la verdad seguimos estando solos.

Nos jugamos mucho. Ser ciudadanos con los mismos derechos que cualquier otro o ser ciudadanos de segunda, soportando traiciones aquí, en Mallorca o en Barcelona.

Mover ficha está en nuestras manos.

2. SAN SEBASTIÁN

También ha recogido la Concha de Oro como triunfador de la Semana Grande de San Sebastián. Este premio reconoce su actuación del 15 de agosto, en la que cortó una oreja con fuerte petición de la segunda en su faena al segundo toro de Juan Pedro Domecq.

El diestro expresó que la Concha de Oro significa para él «libertad. Libertad de un artista que este año ha tenido la oportunidad de volver a expresarse toreando en un ruedo que durante dos temporadas ha estado cerrado por motivos políticos. Y libertad de una ciudad y de una afición que el pasado mes de agosto estuvo por encima de presiones y fue a la plaza a disfrutar del espectáculo más auténtico del mundo: el toreo».

3. VALENCIA

Sebastián Castella recibió el XX Trofeo Distinción que otorga la Tertulia Taurina del Ateneo Mercantil de Valencia al triunfador de la temporada en el coso de la calle Xátiva.

El diestro fue recibido por el cónsul de Francia en Valencia, Pablo Broseta, además de numerosos aficionados y periodistas taurinos, y firmó en el Libro de Oro de la entidad presidida por Carmen de Rosa. Tras la entrega del premio, una pintura obra de López Canito, Castella pronunció estas palabras:

«Me siento muy agradecido por estar aquí esta noche recogiendo el premio al triunfador de la temporada de Valencia. Y me honra especialmente que una institución como el Ateneo Mercantil se vuelque con el toreo. Por dos motivos: porque un ateneo es un centro de cultura y porque esa palabra, “mercantil”, que a veces tanto nos cuesta asociar al arte, es en el toreo un eje fundamental.
«Los números de la Tauromaquia desmontan el mito de las subvenciones»
Esta semana leía con atención el manifiesto de la Unión Taurina Comunidad Valenciana. Sus cifras son claras y contundentes: casi 140 millones de euros de IVA, 200 mil empleos, medio millón de animales bravos y hectáreas por valor de 1.800 millones de euros. Números como estos desmontan el mito de las subvenciones.

Aun así, los profesionales y aficionados a los toros seguimos siendo ciudadanos de segunda y estamos perseguidos por una corriente política que se dice animalista y en el fondo solo persigue acabar con la libertad.

En esta tierra saben bien lo que es sentirse perseguidos: la última muestra es el boicot al toro embolado de Olocau, en Castellón. Y no se trata de una cuestión de ciertos políticos o de ciertos partidos o de ciertos espectáculos: el toro y lo que le rodea es moneda de cambio y nosotros, profesionales y aficionados, debemos dar un paso adelante para conseguir, igual que en Francia, blindar el toreo.

Disculpen que no les hable hoy aquí de mis dos puertas grandes esta temporada, de esas dos tardes de triunfo que me hacen estar esta noche ante ustedes. Pero si les hablo de libertad es porque ejercerla es la única manera de que haya muchas otras noches como esta.

Muchas gracias».

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