Guerra abierta frente a los ataques antitaurinos «a espaldas de la ley»

La Fundación del Toro se compromete a utilizar todo el armamento jurídico para luchar por la Tauromaquia 

ROSARIO PÉREZ - CharoABCTorosMadrid -

Si vis pacem, para bellum. Si quieres paz, prepárate para la guerra. La sentencia inmortal y rosa del terreno militar sigue vigente en el siglo XXI. Y llega ahora al terreno del toro, pero no solo en el ruedo, sino en la arena de la actualidad. «Estamos en guerra», declaró Carlos Núñez, patrono de la Fundación del Toro de Lidia (FTL), para referirse a los ataques antitaurinos y políticos que vive hoy la Tauromaquia. Una guerra que se centrará en el diálogo y con todo el armamento jurídico posible. Ya no es momento únicamente de la defensa, sino de preparar un buen ataque frente a la invasión demagógica y abolicionista de algunos grupos políticos. Es la hora (tardía) de entrar en acción. Y en acción ha entrado ya la citada Fundación, yendo al campo de batalla e intentado acercar posturas con aquellos que pretenden imponer la ley del pensamiento único y la prohibición.

Juan Diego, Carlos Núñez y Soriano

Misión ardua fue la de este lunes en Palma, donde Carlos Núñez, junto al abogado de la Fundación,viajó para reunirse con responsables del PSOE y Podemos en Baleares. «Es imposible razonar con ellos -lamentó el ganadero-. Desgraciadamente, estamos en guerra. Políticamente, las razones ya no nos valen, nos valen las armas jurídicas y las de complexión que tengamos para hacer reaccionar a la sociedad».

Un mensaje que cale en la sociedad será esencial en esta lucha. Y para ello será imprescindible que una cadena pública como TVE incluyan y normalicen la información taurina en sus espacios. Según el último informe del Defensor del Espectador, los mensajes de agradecimiento por televisar una corrida en agosto fueron muy abultados. «El share también nos avala y, además, los políticos no deberían desoír a una masa social de 15 millones de personas según Metroscopia», comentó Juan Diego.

Entre dos aguas

El presidente de la Unión de Toreros, al igual que el resto del Patronato de la FTL, criticó la incoherencia política del PSOE, entre dos aguas según el lugar donde gobierne. «Hay una especie de esquizofrenia política: quieren prohibir en un sitio lo que en otro defienden», manifestaron casi a coro.

Y fueron más allá: «Lo más sorprendente es que lo hagan partidos constitucionalistas y defensores del Estado de Derecho. Es una paradoja que estén promoviendo la tauromaquia en Andalucía y digan que los toros no se tocan y en otras Comunidades pidan su abolición a nivel estatal». Así lo plasmaron en Baleares, donde el PSOE, unido a Podemos y MES, insta al Gobierno a la abolición de la Fiesta en España.

Latido nacionalista

España, «con la iglesia hemos topado, Sancho», que diría don Quijote. La Fundación del Toro no es ajena al latido nacionalista que subyacen en muchas de las iniciativas prohibicionistas. Como son conscientes de la gravedad de una coalición entre PSOE, Podemos e independentistas en el Gobierno de la Nación. Y no es cuestión de que los toros sean de derechas ni de izquierdas, que por dos lados embisten, sino porque se convertirán en una de las monedas de cambio según los pactos y según figuran en los programas electorales de los partidos señalados, algunos bastante ambiguos.

Quien no fue ambiguo fue José Miguel Soriano, el abogado de la Fundación, cuando explicó con claridad meridiana que «los toros no están prohibidos en Baleares porque una proposición no de ley no tiene efectos jurídicos». Cuestión distinta, pero no aparte, son todas las trabas que pondrán para obstaculizar la celebración de corridas desde algunos Ayuntamientos o Comunidades. «¿Para dos o tres corridas que se celebran en las Islas venís hasta aquí? ¿Qué pintáis?», vinieron a decir los representantes de la ciudadanía balear. Desde la Fundación se comprometen a que esas tres, dos o una corrida se celebren, como el espectáculo legal que son. Las armas de esta guerra que se avecinaba y que ya se declaró: las jurídicas, aunque otros seguirán viviendo «A espaldas de ley», como ha sucedido en algunos asuntos extrataurinos en Cataluña.

Cifras relevantes

Salvando las distancias con la citada película de Schenkel, mientras los animalistas y radicales tratan de «asesinar» la Tauromaquia y la especie más antigua y ecológica del planeta, los que ellos catalogan de «asesinos» intentarán salvar la especie, una actividad cultural, un arte y un negocio -sí, un negocio- del que viven miles de personas, al que acuden millones de espectadores y que aporta millones al estado: 56 exactamente según datos del Ministerio de Hacienda, recogidos por «Tauronomics», lo que duplica las ayudas que percibe (25'5). Con los más de 30 millones de euros para las arcas del Estado se pueden financiar más de 130.000 becas o vacunar a más de 500.000 niños, según el citado estudio. O incluso vacunar a no se cuántos miles o millones de perros que viven atados a una correa o comprar jaulas para millones de canarios. Ah, no que los «pobrecitos» son los toros que gozan de la libertad en un espacio natural. Es la hipocresía, pero sobre todo la incoherencia de algunos partidos con sus leyes de bienestar animal, partidos que podrían incluir más que bienestar el «asesinato» (se ha oído algún antitaurino pedir la «eutanasia» de los toros) que piden para una especie como el ganado de lidia.

Nota 1 para los hipócritas que van de salvadores: hay más de doscientas mil cabezas de ganado y criar un toro durante cinco años cuesta más de 3.000 euros. A ver cuántos apadrinan...

Nota 2 para la ambigüedad socialista: muchos aficionados a los toros han sido votantes suyos, y muchos no les perdonarían que prohibiesen sus libertades (#NoteloperdonaréPedro, #NoteloperdonaréPSOE). La Fiesta está viva, pero si hubiese de morir, que sea por sí misma. Que no la mate un partido que en su nacimiento llevó la libertad por bandera.

Nota 3: La ley 18/2013, que regula la Tauromaquia como Patrimonio Cultural, obliga a todas las administraciones públicas a aceptar y promover los espectáculos taurinos, por lo ninguna comunidad autónoma tiene competencias sobre esta cuestión y cualquier iniciativa parlamentaria en Baleares para prohibir la tauromaquia sería inconstitucional y recurrible.