Víctor Ramírez “Vitico”
José Gómez “El Gato” ha estado francamente bien con el novillo que abrió plaza, un ejemplar noble y flojo de La Consolación. Le saludó con dos faroles de rodillas, para cuajarle muletazos de trazo largo y mano baja. Clase y buen gusto demostró un renovado Juan Gómez, que ha mejorado notablemente. Un pinchazo y entera, más el hecho de abrir plaza se unieron para la fría respuesta del público, para una faena de clase.
Carlos Sulbarán se mostró voluntarioso y con oficio, ante un astado de El Laurel, complicado, que manseó en varas. Bien con el capote, Sulbarán lo intentó todo, con ambas manos, pero sin poder redondear, pues el astado calamocheó y pegó tornillazos, pero siendo desde luego interesante. El novillero estuvo mucho tiempo en la cara del novillo, logró algún pase estimable, sufriendo una voltereta.
José Antonio Salas ha cuajado una muy buena faena al tercero, un novillo noble, suave y flojo de Rancho Grande, al que de haber estoqueado bien le hubiese cortado las dos orejas. Buenas verónicas de Salas, que compuso un trasteo con clase, templado, lleno de armonía y buen gusto. Sobre todo al natural, el torero consiguió magníficos muletazos, con estética y enganchando muy por delante a la res, llevándola con mimo. Faena de altos vuelos, sin mucho ceñimiento pero toda ella revestida con la clase y las buenas maneras. Muchos méritos de un novillero en franca progresión en el manejo de los engaños, más no con la espada. Una lamentable sucesión de pinchazos, estocadas y descabellos, le llevaron a escuchar los tres avisos. Una pena.
Francisco “Chico” Paredes fue todo ganas y valor. A portagayola recibió a su novillo, de Los Ramirez, astado bravo, noble y encastado, con diferencia el mejor de la noche. Chico le plantó cara con honestidad y valor, le cuajó algunos muletazos de buen trazo sobre todo por el pitón izquierdo. La bravura de “Tocador” desde luego no era fácil.
Alejandro Barragán no escatimó ganas ni esfuerzo ante el quinto, de El Prado, que se movió con nobleza pero sin más. Animoso en los tres tercios, Barragán destacó en dos buenos pares de banderillas, plantó cara en la faena de muleta y consiguió algún pase de merito.
Cerró el festejo el novillero Julián Vanegas, un torero muy nuevo, que tiene mucho por aprender pero que posee innato temple. Vanegas logró centrarse por momentos con un novillo soso y noblón de Los Aranguez. Dos series de estupendos derechazos, ligados y templados fueron lo mejor de una faena con lógicos altibajos. Habrá que seguirle la pista a este nuevo Vanegas.
FICHA DE LA NOVILLADA
Plaza de toros de Mérida.
Jueves 4 de febrero.
Novillada de feria, concurso de ganaderías. Nocturna.
Unos 2.500 espectadores aproximadamente.
Jueves 4 de febrero.
Novillada de feria, concurso de ganaderías. Nocturna.
Unos 2.500 espectadores aproximadamente.
Novillos de: La Consolación, El Laurel, Rancho Grande, Los Ramírez, El Prado y Los Aranguez, bien presentados. Bravo, noble y encastado el cuarto, nobles y flojos primero y tercero. Complicado el segundo, nobles quinto y sexto.
Pesos: 360, 370, 384, 351, 350 y 350 kilos.
Juan Gómez “El Gato”, de azul pavo y oro: Palmas.
Carlos Sulbarán, de verde botella y oro: Palmas.
José Antonio Salas, de azul marino y oro: Silencio tras tres avisos.
Francisco “Chico” Paredes, de grana y plata: Silencio.
Alejandro Barragán, de rosa palo y plata: Silencio.
Julián Vanegas, de blanco y oro con remates negros: Silencio.
Destacaron en la brega Fabián Ramírez y Salvador Moreno, en banderillas Ramón Contreras.
Carlos Sulbarán, de verde botella y oro: Palmas.
José Antonio Salas, de azul marino y oro: Silencio tras tres avisos.
Francisco “Chico” Paredes, de grana y plata: Silencio.
Alejandro Barragán, de rosa palo y plata: Silencio.
Julián Vanegas, de blanco y oro con remates negros: Silencio.
Destacaron en la brega Fabián Ramírez y Salvador Moreno, en banderillas Ramón Contreras.
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